El reencuentro de Pedro Pascal con The Last of Us: Una catarsis personal y colectiva

El reencuentro de Pedro Pascal con The Last of Us: Una catarsis personal y colectiva
Cultura
Artes
2025-11-30
Fuentes
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- Pedro Pascal vuelve a encarnar a Joel en la esperada segunda temporada.

- La serie explora conflictos humanos y políticos que resuenan en la realidad actual.

- El actor revela un proceso emocional complejo y una relación cambiante con Bella Ramsey.

Pedro Pascal, el actor chileno que se ha consolidado como una estrella global, regresó a su papel emblemático de Joel Miller en la segunda temporada de The Last of Us, estrenada en abril de 2025 en HBO y Max. Esta nueva entrega se ambienta cinco años después del final del primer ciclo y muestra una relación distante y tensa entre Joel y Ellie, interpretada por Bella Ramsey.

El reencuentro en pantalla no fue sencillo. Pascal describe un proceso emocional intenso y, en sus propias palabras, 'mi mentalidad era poco saludable' al sentir profundamente el dolor y los conflictos de sus personajes. Por su parte, Ramsey confesó que no disfrutó la distancia que se creó entre sus roles, aunque mantuvieron una relación cordial fuera de cámara.

La serie, basada en el exitoso videojuego de Naughty Dog, no solo ha sido un fenómeno de audiencia y crítica, sino que también ha generado un espacio para reflexionar sobre la naturaleza de los conflictos humanos y sociales. Pascal enfatiza que la historia funciona como una alegoría política y social que dialoga con el mundo contemporáneo, especialmente con temas de venganza, ruptura y redención. Su coprotagonista, Gabriel Luna, añade que la temporada explora 'dónde comenzaron los conflictos y quién los inició', un espejo para las disputas globales actuales.

El elenco se amplió con talentos como Kaitlyn Dever, Isabela Merced y Catherine O’Hara, enriqueciendo la trama y aportando nuevas miradas a la narrativa. Pascal destacó la experiencia de trabajar junto a Dever como un momento especial y significativo en su carrera.

Desde una perspectiva crítica, la serie desafía al espectador a confrontar las complejidades de las relaciones humanas en contextos extremos, sin ofrecer respuestas fáciles. La representación de una comunidad de sobrevivientes en Jackson, Wyoming, funciona como microcosmos para debates más amplios sobre justicia, lealtad y sacrificio.

El impacto cultural de The Last of Us se refleja no solo en premios y reconocimientos, sino en la capacidad de la ficción para generar catarsis y diálogo social. Pascal reconoce que este trabajo marcó un antes y un después en su vida personal y profesional, consolidando un vínculo profundo con la historia y sus personajes.

En definitiva, la segunda temporada no solo continúa una historia de supervivencia y dolor, sino que invita a una reflexión más amplia sobre los ciclos de violencia y la posibilidad —¿o imposibilidad?— de romperlos. En este escenario, el espectador queda en el centro del coliseo, testigo de un drama donde nadie es completamente héroe ni villano, sino humanos enfrentados a sus propias tragedias.