
El 2 de abril de 2025 marcó un antes y un después para la Bolsa chilena. Tras meses de un rally sostenido que llevó al IPSA a acumular un avance superior al 14%, la entrada en vigor de los aranceles impuestos por la administración Trump provocó una caída que alcanzó un 6,96% en las semanas siguientes, encendiendo las alarmas entre inversionistas y analistas. Sin embargo, a casi ocho meses de aquel momento, el balance no es unánime y la tensión entre incertidumbre y oportunidad se mantiene como el telón de fondo de este episodio bursátil.
El rally bursátil chileno, liderado por sectores como el retail, bancario y eléctrico, había reflejado un optimismo robusto sobre la recuperación económica local y global. La inesperada arremetida arancelaria estadounidense, en el marco de una guerra comercial que parecía haber perdido fuerza, se tradujo en un brusco retroceso del índice, poniendo en jaque la continuidad de la tendencia alcista.
“Por el momento no vemos un cambio estructural que justifique un cambio en los fundamentos,” afirmó Aldo Morales, subgerente de estudios de renta variable de BICE Inversiones. Según Morales, las perspectivas de crecimiento de utilidades corporativas se mantienen sólidas, con un esperado aumento del 15% para 2025, y el IPSA todavía presenta un descuento en valorización que invita a la cautela optimista.
El escenario no está exento de amenazas. La posibilidad de una recesión global, las tensiones geopolíticas y la volatilidad en los mercados internacionales generan un ambiente de incertidumbre latente.
“Es difícil que el IPSA se desmarque de una tendencia general del mercado,” advierte Morales, señalando que cualquier deterioro en el panorama global impactaría en la plaza local.
Por su parte, Felipe de Solminihac, jefe de estrategia de Fynsa Corredores de Bolsa, mantiene una visión positiva y ha ajustado al alza la proyección para el IPSA a 8.300 puntos hacia fines de 2025, sustentada en fundamentos sólidos como la reforma previsional, un dólar global más débil, y un sesgo alcista en el precio del cobre. “Incluso con esta revisión, el escenario sigue siendo conservador desde una perspectiva de valorización,” añade.
En este contexto, los gestores de portafolio han optado por privilegiar compañías con menor exposición a la demanda externa, buscando amortiguar el impacto de shocks globales. Así, Banchile Inversiones recomienda incluir en las carteras acciones de Concha y Toro y Aguas Andinas, empresas que presentan descuentos respecto a su promedio histórico y perspectivas de crecimiento en ingresos y márgenes gracias a condiciones tarifarias favorables y proyectos en desarrollo.
Este enfrentamiento bursátil ha dejado en evidencia la resiliencia de la Bolsa chilena frente a choques externos y la importancia de un análisis profundo y contextualizado para navegar en tiempos de incertidumbre. La arremetida arancelaria de Trump no ha sido el golpe definitivo que algunos temían, pero sí un recordatorio de la interdependencia de los mercados y la necesidad de estrategias adaptativas.
En definitiva, la historia reciente del IPSA invita a un ejercicio de vigilancia activa, donde la distancia temporal permite valorar con mayor claridad los fundamentos reales y los riesgos latentes. Mientras la plaza chilena sigue su camino, la lección queda clara: en el coliseo global de las finanzas, la fortaleza no se mide solo en subidas, sino en la capacidad para resistir y adaptarse a las embestidas inesperadas.
2025-11-12
2025-11-12