
El invierno en Chile siempre ha sido sinónimo de un aumento en la circulación de virus respiratorios, un fenómeno que en 2025 ha cobrado renovada atención tras las vacaciones de invierno. El 1 de julio de 2025, el retorno masivo de niños y adolescentes a las salas de clases marcó el inicio de un segundo peak de enfermedades respiratorias, un patrón que se repite históricamente, pero que este año se presenta con particularidades y desafíos.
El panorama epidemiológico y la respuesta sanitaria
Expertos como el doctor Pedro Estudillo, broncopulmonar infantil de la Clínica Indisa, explican que el adelantamiento del receso escolar contribuyó a reducir el primer peak invernal, pero ahora el reencuentro masivo ha impulsado la circulación viral. “Este segundo aumento debería ser manejable y no alcanzar niveles críticos si se mantienen las medidas de autocuidado y la red asistencial está organizada”, señala Estudillo.
En paralelo, el infectólogo Ignacio Silva, de la Universidad de Santiago (Usach), destaca que la campaña de vacunación comenzó anticipadamente este año y logró una cobertura general sobre el 75%, aunque advierte que la tasa de vacunación se ha estancado en los últimos meses, especialmente en segmentos vulnerables. Silva insiste en que el esfuerzo comunicacional debe intensificarse para evitar que la saturación hospitalaria se convierta en una realidad.
Vacunación: entre avances y rezagos
La vacunación contra la influenza y el virus respiratorio sincicial (VRS) se ha convertido en el pilar para evitar complicaciones graves. Sin embargo, la cobertura aún no es homogénea. La enfermera y docente Constanza Figueroa, de la Universidad Andrés Bello, recuerda que “la inmunidad contra el Covid-19 debe ser reforzada, independientemente de las dosis previas”, y resalta la importancia de la vacunación para prevenir contagios y hospitalizaciones.
No obstante, la ausencia de vacunas para virus como el rinovirus, responsable del resfrío común, mantiene la circulación viral activa, lo que obliga a complementar la estrategia con otras medidas de prevención.
Medidas preventivas y desafíos sociales
El Ministerio de Salud ha promovido el uso de mascarillas en centros de salud y espacios cerrados, aunque su uso en transporte público sigue siendo opcional. Esta decisión ha generado opiniones divididas: mientras algunos expertos la consideran un paso prudente, otros advierten que la relajación puede incrementar el riesgo en poblaciones vulnerables.
Además, la educación en autocuidado y la higiene respiratoria en colegios y hogares son aspectos fundamentales para contener la propagación. Silva enfatiza que “la inclusión digital y el acceso a información clara y veraz son esenciales para que las familias adopten medidas efectivas”.
Perspectivas y conclusiones
Este segundo peak respiratorio pone a prueba la capacidad de respuesta sanitaria y la responsabilidad ciudadana. La evidencia muestra que, si bien la vacunación no es una solución absoluta, reduce significativamente la gravedad de los cuadros y la presión sobre los servicios de urgencia.
Sin embargo, la fragmentación en la cobertura y la fatiga social ante las medidas preventivas constituyen riesgos reales que pueden agravar la situación. La conjunción entre políticas públicas efectivas, comunicación clara y compromiso individual será determinante para evitar un invierno crítico.
En definitiva, la tragedia ajena de la temporada invernal 2025 se despliega en las aulas y hogares, donde el desafío no es solo médico sino también social: enfrentar un enemigo invisible con herramientas científicas y un pacto colectivo de cuidado.
Fuentes: BioBioChile, Universidad Andrés Bello, Clínica Indisa, Universidad de Santiago de Chile.