
Un hombre, un organillo y una manivela recorren kilómetros y océanos para mantener viva una tradición chilena que parecía condenada al olvido. Desde marzo de 2025, Roberto Yurisic, de 34 años, ha llevado su oficio de organillero a parques y plazas de la provincia china de Zhejiang, despertando la curiosidad y el asombro de niños y adultos por igual.
La historia comienza en un Chile donde el organillo, instrumento emblemático de fines del siglo XIX y patrimonio cultural inmaterial, ha visto cómo sus practicantes se reducen a menos de cincuenta en todo el país. “Hay mucha gente que dice que ya no pasan por su casa o nunca han visto uno”, comenta Yurisic, quien no heredó el oficio sino que lo aprendió para honrar y visibilizar a quienes lo mantienen vivo. Su gira, bautizada como "Organillero Chile China Tour 2025", ha sido una respuesta a esa silenciosa extinción cultural.
“Llevo tanto tiempo acá que es inevitable no extrañar las costumbres y tradiciones chilenas”, confiesa desde Yiwu, donde reside con su esposa hace varios años. Su iniciativa busca algo más que mostrar un instrumento: quiere compartir la alegría de lo simple, la conexión humana que genera la música y el arte, y tender un puente simbólico entre Chile y China.
El espectáculo no se limita al organillo. Burbujeas, humo y banderitas chilenas y chinas enriquecen la experiencia, sumando elementos visuales y sensoriales que cautivan a un público que, en muchos casos, nunca había visto algo similar. Videos virales muestran a niños saltando y cantando, mientras sus padres observan atentos, en un ambiente familiar y festivo.
En Chile, la recepción ha sido ambivalente. Por un lado, organilleros tradicionales y aficionados han expresado apoyo y agradecimiento a Yurisic, reconociendo en su esfuerzo un acto de preservación cultural. Por otro, la ausencia del organillo en las calles nacionales despierta una sensación de pérdida y cuestionamientos sobre el valor que se le da a las tradiciones populares en un país que avanza rápido hacia la modernidad.
Desde una perspectiva crítica, algunos expertos culturales señalan que la nostalgia puede ser un arma de doble filo: “Idealizar el pasado sin políticas concretas de protección cultural puede convertir estas expresiones en meros souvenirs para turistas o curiosos extranjeros”, advierte la antropóloga María Elena Rojas.
El Organillero Chile China Tour 2025 no solo revive un oficio, sino que abre un debate sobre la identidad cultural, la globalización y las formas contemporáneas de preservar el patrimonio intangible. La iniciativa de Yurisic ha recibido invitaciones para extender su gira a otros países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Indonesia y Vietnam, lo que evidencia el interés internacional por estas manifestaciones culturales.
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿qué pasará con el organillo en Chile? La gira pone en evidencia la paradoja de un país que exporta su cultura tradicional, mientras en su territorio esta se desvanece.
En definitiva, la historia de Roberto Yurisic es la de un desafío contra la extinción, una escena donde el protagonista se enfrenta a la tragedia de la pérdida cultural, y el espectador —desde la distancia— puede reflexionar sobre qué tradiciones merece conservar y cómo hacerlo en un mundo cambiante.
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Fuentes: La Tercera (2025-04-08), entrevistas con el organillero, análisis de expertos culturales.
2025-11-11