El peso chileno frente al dólar: ¿Crisis cambiaria o ajuste inevitable?: La mayor alza desde 2022 y sus múltiples lecturas

El peso chileno frente al dólar: ¿Crisis cambiaria o ajuste inevitable?: La mayor alza desde 2022 y sus múltiples lecturas
Economía
Macroeconomía
2025-12-01
Fuentes
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- Alza histórica del dólar en Chile, con un salto de casi $30 en un día.

- Reacciones encontradas: desde el pánico hasta la expectativa de negociaciones futuras.

- Impacto regional y global que reconfigura la percepción del peso como moneda emergente.

En la jornada del 4 de abril de 2025, el peso chileno sufrió un golpe que resonó más allá de sus fronteras: el dólar cerró en $979,1, marcando su mayor avance diario desde agosto de 2022, con un aumento cercano a los $30 en una sola sesión. Esta escalada no fue un fenómeno aislado, sino la manifestación palpable de una tormenta perfecta: tensiones comerciales internacionales, incertidumbre global y una reacción en cadena que puso al peso entre las monedas emergentes más castigadas.

Desde la mirada de los mercados, la raíz de este movimiento se ancla en la reciente escalada de una guerra comercial que, tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, encontró respuesta en China con medidas de represalia. Esta dinámica sacudió a las bolsas, desplomó Wall Street y disparó el índice VIX, el llamado “índice del miedo”, a niveles no vistos desde el inicio de la pandemia.

En este escenario, el peso chileno emergió como uno de los más vulnerables: según Bloomberg, fue la segunda moneda emergente con peor desempeño, solo superada por el real brasileño. La caída del cobre, principal producto de exportación chileno, que perdió más del 7% en su cotización, añadió presión a una moneda que históricamente ha reflejado la salud económica del país.

Pero la lectura del fenómeno no es unívoca. Desde el sector financiero, la gerente de estrategia de Nevasa, María Luz Muñoz, explicó que “Estamos en una reacción de pánico, viendo que el cobre cae más de 7%, probablemente por apuestas a que habrá una recesión global y una desaceleración importante. Eso contribuye a que el tipo de cambio se dispare, y hay que considerar que el dólar siempre ha actuado como moneda refugio”. Esta perspectiva sugiere que el movimiento, aunque abrupto, responde a una lógica de mercado en busca de seguridad.

En contraste, la economista senior de AICapital, Cynthia Kirby, aporta una mirada que mezcla cautela y esperanza: “El dólar rompió el techo técnico que tenía en $968. En niveles de $980 parece ya haber incorporado el pánico. Ya hemos visto anteriormente que Trump primero presiona y después negocia, por lo cual es muy probable que esa puerta se abra”. Aquí se vislumbra la posibilidad de un alivio futuro, condicionado a la evolución de las negociaciones internacionales.

En el plano ciudadano y regional, el impacto se traduce en incertidumbre para hogares y empresas. La depreciación del peso encarece las importaciones y alimenta la inflación, afectando el poder adquisitivo en un contexto donde los salarios y las expectativas económicas ya enfrentan desafíos. Esta tensión se siente especialmente en sectores dependientes de insumos extranjeros y en regiones exportadoras, donde la volatilidad del tipo de cambio puede alterar planes y proyectos.

Este episodio no solo pone en evidencia la vulnerabilidad de Chile ante shocks externos, sino que también reaviva el debate sobre la necesidad de diversificar la economía y fortalecer mecanismos de protección frente a la volatilidad global. La dependencia del cobre y la exposición a dinámicas internacionales complejas son temas que han sido señalados desde hace años, pero que ahora cobran una urgencia renovada.

En definitiva, el salto del dólar a niveles no vistos en tres años es más que una cifra: es un síntoma y un desafío. Un síntoma de un mundo interconectado y convulsionado, donde las decisiones de potencias económicas repercuten en el día a día local. Y un desafío para Chile, que debe navegar entre la reacción inmediata y la planificación estratégica, buscando no solo sobrevivir a la tormenta, sino salir fortalecido.

Las verdades que se pueden constatar en este episodio son claras: el peso chileno es hoy una moneda expuesta a las fluctuaciones globales y a la incertidumbre política internacional; el cobre sigue siendo un factor crítico para la estabilidad económica local; y la volatilidad actual refleja tanto temores como oportunidades. Lo que está por verse es cómo se traducirán estas condiciones en políticas públicas, decisiones empresariales y, sobre todo, en el bienestar de la ciudadanía en los meses y años venideros.