La economía chilena crece un 2,2% en octubre: ¿un respiro real o un espejismo pasajero?

En un escenario donde la economía chilena ha estado bajo presión durante gran parte del año, el Banco Central informó un crecimiento del 2,2% en la actividad económica durante octubre de 2025, un dato que a primera vista parece un respiro para el comercio y los servicios, sectores que lideraron esta expansión con un alza anual del 8,1% y 2,5% respectivamente.

Este crecimiento, que se sitúa ligeramente por debajo de las expectativas del mercado (2,3%), se apoya principalmente en el desempeño del comercio mayorista y minorista, así como en los servicios personales, especialmente en el área de salud. Sin embargo, el análisis más detenido revela que este impulso no está exento de tensiones y cuestionamientos.

Desde el ámbito político y económico, las reacciones se dividen. Por un lado, voces como la del exministro Hernán Büchi, que en su reciente discurso sobre el futuro económico del país, 'subrayó la necesidad de dejar atrás la mentalidad de "repartir la riqueza existente" para enfocarse en la creación de riqueza', apuntan a que el crecimiento debe ser entendido como un proceso que requiere reformas estructurales profundas y un cambio cultural en la forma de abordar la economía.

Por otro lado, sectores empresariales y gremiales, como la Cámara Nacional de Comercio, celebran esta cifra como un signo positivo que podría aliviar las tensiones en el consumo, aunque advierten que la seguridad y la estabilidad del comercio formal son condiciones sine qua non para consolidar este avance. 'La percepción de inseguridad ha modificado hábitos de compra y restringido la operación del comercio, lo que podría limitar el impacto real del crecimiento económico', señala José Pakomio, presidente de la CNC.

En el terreno social, la preocupación se centra en la calidad del empleo generado y las condiciones de vida que este crecimiento puede ofrecer. 'Un alto porcentaje del empleo creado es subempleo, lo que refleja una precarización laboral que no se traduce en mejoras sustantivas para las familias', advierte María José Gutiérrez, directora ejecutiva del Grupo Enovus.

Este fenómeno pone en evidencia una tensión entre la cifra macroeconómica y la experiencia cotidiana de muchos chilenos, quienes enfrentan incertidumbres en su estabilidad laboral y en el acceso a servicios básicos.

La comparación con otros países que han logrado dinamizar sus economías con ingresos per cápita similares, como Irlanda, invita a reflexionar sobre las políticas públicas y el modelo económico chileno. La pregunta clave es si el crecimiento actual podrá sostenerse y traducirse en mejoras reales y duraderas para la población o si, por el contrario, se trata de un repunte coyuntural que no logra superar los obstáculos estructurales.

En definitiva, el crecimiento del 2,2% en octubre es un dato alentador, pero no definitivo. La economía chilena se encuentra en un cruce de caminos donde las decisiones políticas, la inversión en seguridad, la calidad del empleo y la mentalidad sobre la creación de riqueza jugarán un rol crucial para determinar si este crecimiento se convierte en un motor de bienestar o en un espejismo pasajero.

El Banco Central publicó el informe oficial del Imacec el 1 de diciembre de 2025, mientras que expertos y actores sociales continúan debatiendo sobre las implicancias de esta cifra en un contexto marcado por desafíos económicos, sociales y políticos que no pueden ser soslayados.