
A dos semanas del balotaje presidencial entre Jeannette Jara (PC) y José Antonio Kast (REP.), el Partido de la Gente (PDG) se ha convertido en el epicentro de una batalla silenciosa pero crucial. El domingo 30 de noviembre, sus militantes votaron en una consulta online para definir si apoyarían a Jara, a Kast o al voto nulo. Más allá del resultado, que finalmente inclinó la balanza hacia la opción nula, lo que está en juego es la interpretación política y social de esta decisión, que revela grietas profundas en el electorado y en las estrategias de ambos candidatos.
El PDG, liderado por Franco Parisi, obtuvo cerca del 20% de los votos en la primera vuelta, convirtiéndose en un actor inesperado que condiciona el resultado final. Sin embargo, la decisión mayoritaria de sus militantes de optar por el voto nulo en la consulta del 30 de noviembre ha generado desconcierto y recalibraciones en las campañas presidenciales.
Desde la perspectiva oficialista, la postura del PDG representa una derrota estratégica. La candidata Jara ha endurecido su discurso, intentando movilizar a su base para contrarrestar la dispersión del voto que favorece a Kast. Por el contrario, el comando de Kast ve en el voto nulo una oportunidad para evitar la sobreexposición y posibles errores en el tramo final, confiando en que la abstención beneficiará indirectamente su opción.
Aldo Cassinelli, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Autónoma, explicó en "Desde la Redacción" de La Tercera que "la sobreexposición puede ser letal para Kast, por lo que el voto nulo del PDG le permite evitar riesgos innecesarios". Esta visión se contrapone con la de sectores del oficialismo que atribuyen la decisión del PDG a una falta de compromiso político y un síntoma de desafección ciudadana hacia las opciones tradicionales.
En regiones donde el PDG tiene fuerte arraigo, las reacciones son diversas. Algunos militantes expresan frustración por la falta de una postura clara que represente sus intereses, mientras que otros valoran la opción nula como un acto de protesta contra un sistema político percibido como polarizado y excluyente.
Este episodio no solo revela la volatilidad del electorado chileno, sino que también pone en evidencia la complejidad de las alianzas políticas contemporáneas. El voto nulo, tradicionalmente visto como un gesto de rechazo, adquiere ahora una dimensión estratégica que puede inclinar la balanza en una elección tan cerrada.
La decisión del PDG obliga a Jara y Kast a repensar sus estrategias, a dialogar con sectores que no se sienten representados y a enfrentar un escenario donde la indecisión puede ser tan decisiva como el apoyo explícito.
- El voto nulo como opción mayoritaria del PDG no es solo un rechazo, sino un actor político que redefine el mapa electoral.
- La disputa entre Jara y Kast no solo se juega en la adhesión directa, sino en la capacidad de interpretar y movilizar a los indecisos y descontentos.
- La fragmentación del voto refleja una ciudadanía que demanda nuevas formas de representación y participación, más allá de las etiquetas tradicionales.
En definitiva, el PDG y su elección por el voto nulo han puesto en escena una tragedia política donde todos pierden y ganan a la vez, y donde el espectador no puede más que observar, reflexionar y esperar el desenlace de este capítulo decisivo para Chile.
2025-11-29
2025-11-28