Aranceles de Trump y el comercio global: Un choque de narrativas y consecuencias visibles

Un pulso comercial que no termina en cifras frías, sino en una batalla de narrativas y consecuencias palpables. El 4 de abril de 2025, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implementó un arancel mínimo del 10% a las importaciones, afectando a más de 100 países. Una medida que, lejos de ser solo un ajuste económico, se convirtió en un campo de batalla donde se enfrentan visiones encontradas sobre qué significa realmente la relación comercial de EE.UU. con el mundo.

El origen del conflicto: ¿protección o aislamiento?

Trump justificó la medida con la frase 'Todo el mundo se aprovecha de nosotros', apuntando a un desequilibrio en los aranceles que otros países aplican a productos estadounidenses. Según datos de la Organización Mundial del Comercio, los aranceles promedio externos de EE.UU. en 2023 fueron del 3,3%, inferiores a los de China (7,5%) o India (17%). Sin embargo, esta comparación no es suficiente para dilucidar si Estados Unidos está siendo tratado injustamente.

Perspectivas encontradas: ¿quién pierde y quién gana?

Desde una mirada proteccionista, la medida busca fomentar el consumo de productos nacionales, impulsando el llamado 'Made in America'. Pero economistas como Ignacio de la Torre advierten que 'los aranceles a las importaciones terminan recayendo sobre los propios consumidores del país que los impone'. En efecto, se proyecta un aumento cercano al 4% en los precios al consumidor en EE.UU. debido a estos aranceles.

Por otra parte, la balanza comercial no solo mide bienes, sino también servicios, donde EE.UU. mantiene superávits significativos. Ignorar esta dimensión, advierten expertos, es simplificar la complejidad del comercio internacional.

Impactos económicos y geopolíticos: la inflación y el crecimiento en juego

El aumento arancelario tiene efectos secundarios palpables. Paul Donovan, economista jefe de UBS, señala que la inflación podría acelerarse, mientras que Paul Diggle de Aberdeen estima que el PIB estadounidense podría reducirse entre un 1% y un 2% debido a estos cambios.

Además, el impacto trasciende a EE.UU., pues el crecimiento mundial también se debilitaría, tensionando las cadenas de suministro y las relaciones diplomáticas.

Voces ciudadanas y regionales: entre el optimismo y la preocupación

En regiones industriales estadounidenses, algunos sectores celebraron la apuesta por la producción local, esperando revitalización y empleo. En contraste, consumidores y minoristas expresaron preocupación por el alza en precios y la incertidumbre en el abastecimiento.

En el extranjero, países afectados enfrentaron la disyuntiva de aceptar las condiciones de Washington o buscar alternativas comerciales, generando tensiones en alianzas tradicionales.

Constataciones finales: verdades y consecuencias claras

Este episodio evidencia que las políticas comerciales no son meros números, sino decisiones con múltiples dimensiones y actores en pugna. La medida arancelaria de Trump puso en evidencia que el comercio global es un entramado complejo donde intereses económicos, políticos y sociales se entrelazan.

No existe una verdad única: mientras algunos sectores ganan protección, otros sufren el impacto inflacionario. La narrativa de que EE.UU. pierde o gana en su relación comercial es insuficiente si no se considera el conjunto de bienes y servicios, las dinámicas de ahorro y consumo, y las consecuencias para la economía global.

Finalmente, esta historia deja una enseñanza para Chile y el mundo: en un mundo interconectado, las decisiones unilaterales reverberan más allá de las fronteras, y comprenderlas requiere paciencia, análisis profundo y la voluntad de escuchar voces diversas.