Aranceles de Trump a Chile: Un pulso geopolítico que redefine la relación comercial

Aranceles de Trump a Chile: Un pulso geopolítico que redefine la relación comercial
Economía
Empresas y Negocios
2025-12-01
Fuentes
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- Impacto económico directo en la importación de petróleo y otros bienes esenciales.

- Reacción política y diplomática de Chile y sus aliados en defensa del multilateralismo.

- Dimensión geopolítica en el contexto de la guerra comercial global y la búsqueda de autonomía estratégica.

El 2 de abril de 2025, en el marco de lo que denominó el "Día de la Liberación", el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 10% a las importaciones provenientes de Chile, Argentina, Brasil y Colombia. Esta medida se justificó en represalia a los gravámenes similares que esos países aplicaban a productos estadounidenses, marcando un nuevo capítulo en la ya tensionada relación comercial entre Washington y América Latina.

El anuncio se realizó durante el evento "Make America Wealthy Again" en la Casa Blanca, y contempló además la aplicación de aranceles adicionales a aquellos países con barreras comerciales y fiscales elevadas, como el IVA europeo. La entrada en vigor de estos gravámenes comenzó a regir desde el 5 de abril, con ampliaciones previstas para el 9 de abril.

Un golpe económico palpable

Desde Chile, la reacción no tardó en manifestarse. El economista Jean Paul Quinteros, académico de la Universidad Central, advirtió que estos aranceles afectarían especialmente la importación de petróleo, del cual más del 90% proviene del extranjero, incluyendo Estados Unidos. Este factor introduce una vulnerabilidad directa en la matriz energética chilena, que hasta entonces se había mantenido relativamente al margen de las tensiones comerciales globales.

“Este arancel de 10% evidentemente nos golpea”, señaló Quinteros en un análisis posterior, subrayando la complejidad de una economía que, aunque exportadora, depende críticamente de insumos importados.

La respuesta política y diplomática

Previamente al anuncio, el presidente chileno Gabriel Boric, en una visita a India, había hecho un duro llamado contra la política unilateral de Trump. “Se imponen aranceles de manera unilateral, sin considerar las reglas mutuamente acordadas, dejando de lado cualquiera de los principios que rigen el comercio internacional, como a través de la OMC, y rigiéndose a través de la ley del más fuerte”, afirmó Boric, en un discurso que buscaba reafirmar el compromiso chileno con el multilateralismo y el derecho internacional.

“Todos los países que creemos en el multilateralismo, en el derecho internacional y en la cooperación por sobre la ley del más fuerte, tenemos que estar más unidos que nunca… Nadie se salva solo”, concluyó el mandatario.

Perspectivas divergentes y tensiones latentes

Desde la óptica estadounidense, la imposición de estos aranceles se enmarca en una estrategia para proteger la industria nacional y presionar por condiciones comerciales más favorables. Sin embargo, para Chile y sus socios regionales, representa una ruptura del diálogo y un riesgo para la estabilidad económica regional.

La comunidad empresarial chilena ha manifestado inquietud ante la incertidumbre que genera la medida, especialmente en sectores dependientes de insumos importados. Organizaciones gremiales han enfatizado la necesidad de buscar vías diplomáticas que permitan revertir o mitigar el impacto de estos gravámenes.

Consecuencias y aprendizajes a mediano plazo

A ocho meses de la implementación, el comercio bilateral ha mostrado signos de contracción, con una reducción cercana al 7% en las importaciones chilenas desde Estados Unidos y un impacto indirecto en cadenas productivas vinculadas a la energía y manufactura. El arancel ha obligado a empresas a buscar proveedores alternativos, acelerando procesos de diversificación comercial.

En el plano político, la medida ha reforzado la percepción de la necesidad de fortalecer alianzas regionales y multilaterales para proteger intereses comunes frente a decisiones unilaterales de potencias globales. La experiencia ha puesto en evidencia la fragilidad de economías abiertas ante la volatilidad de la geopolítica comercial.

En definitiva

Los aranceles del 10% impuestos por Donald Trump a Chile y otros países latinoamericanos no solo representaron un desafío económico inmediato, sino que también desencadenaron un debate profundo sobre el equilibrio entre soberanía comercial, multilateralismo y la dinámica de poder global. La historia reciente muestra que, pese a la adversidad, Chile ha buscado estrategias para adaptarse y fortalecer su posición en un mundo comercial cada vez más fragmentado y competitivo.

Este episodio, lejos de ser un simple capítulo aislado, invita a reflexionar sobre la necesidad de construir economías resilientes y diplomacias firmes que permitan enfrentar con éxito los vaivenes de la política internacional.