El Consejo Fiscal Autónomo se enfrenta a las propuestas económicas de Jara y Kast: un choque de visiones sobre la sostenibilidad fiscal

El Consejo Fiscal Autónomo se enfrenta a las propuestas económicas de Jara y Kast: un choque de visiones sobre la sostenibilidad fiscal
Economía
Macroeconomía
2025-12-01
Fuentes
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- Dos encuentros clave entre el CFA y los equipos económicos de los candidatos presidenciales.

- Divergencia profunda en las estrategias para abordar el déficit fiscal y la deuda pública.

- Un escenario fiscal tenso que condiciona las prioridades y pone en jaque la viabilidad de las propuestas.

En un contexto marcado por la creciente preocupación fiscal, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) ha decidido tomar un rol activo y estratégico: reunirse con los equipos económicos de los principales candidatos presidenciales, Jeannette Jara y José Antonio Kast, para analizar y discutir sus propuestas en materia fiscal. Estas reuniones están programadas para los días 5 y 9 de diciembre de 2025, y buscan algo más que un simple intercambio de ideas; representan un cruce de caminos entre dos visiones económicas que definirán el rumbo del país.

Un país al borde del estrés fiscal

"Es un escenario de estrés fiscal para el 2026 y a mediano plazo sigue siendo un escenario exigente con espacios reducidos de gasto", advertía Paula Benavides, presidenta del CFA, en octubre. El diagnóstico es claro: Chile acumula 15 años de déficit estructural en las últimas dos décadas, con una deuda pública que se acerca a niveles considerados prudentes y un Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) que ha caído a 1,1 puntos del PIB, muy por debajo del rango recomendado de 5 a 7 puntos. Este panorama limita severamente la capacidad del Estado para responder a demandas sociales y económicas sin comprometer la estabilidad financiera.

Dos modelos, dos apuestas

José Antonio Kast, desde una postura republicana, plantea un recorte fiscal de US$6.000 millones como piedra angular de su estrategia. Para sus asesores, esta reducción es indispensable para recuperar la disciplina fiscal y evitar un mayor endeudamiento. Sin embargo, este enfoque ha sido recibido con escepticismo y crítica desde el oficialismo y sectores técnicos que acompañan a Jeannette Jara. Para ellos, "es imposible realizar un ajuste de esa magnitud sin afectar gravemente los gastos sociales", una afirmación que pone en tensión los límites éticos y prácticos de la austeridad.

Por su parte, Jara propone mantener un control estricto sobre el déficit fiscal, pero con un énfasis claro en preservar la inversión social y evitar que el crecimiento de la deuda pública se traduzca en una restricción mayor para las políticas públicas. Su visión se orienta a un equilibrio que permita avanzar en justicia social sin sacrificar la estabilidad macroeconómica.

Voces desde la sociedad y el mundo académico

En el debate, no solo se enfrentan economistas y políticos. Desde las regiones, especialmente en zonas con mayores índices de pobreza y desigualdad, la preocupación es palpable: ¿qué significan estos ajustes para la vida cotidiana de las personas? Organizaciones sociales advierten que un recorte abrupto podría profundizar las brechas existentes, mientras que algunos expertos en finanzas públicas insisten en que sin correcciones firmes, el país podría enfrentar consecuencias más graves a mediano plazo.

Constataciones y desafíos futuros

Lo que emerge con claridad de este cruce es que Chile se encuentra en un punto crítico donde las decisiones fiscales no son solo tecnicismos, sino determinantes del contrato social. La sostenibilidad de las finanzas públicas choca con las demandas legítimas de justicia y equidad. El CFA cumple su mandato legal al fomentar la responsabilidad fiscal, pero las soluciones no serán unilaterales ni simples.

En definitiva, estas reuniones del CFA con los equipos económicos no solo son un trámite formal, sino la antesala de un debate que definirá el perfil económico y social del próximo gobierno. La tensión entre austeridad y gasto social, entre prudencia financiera y demandas ciudadanas, se juega ahora en un escenario donde cada palabra y propuesta serán escrutadas con lupa.

El desafío es mayúsculo: equilibrar la balanza fiscal sin sacrificar la cohesión social. Y en ese coliseo, los protagonistas están en sus puestos, lanzando sus argumentos, mientras el país observa, consciente de que las consecuencias de este enfrentamiento resonarán en los años venideros.