El impacto diferido de los aranceles de Trump: una sacudida que aún redefine la economía global

El impacto diferido de los aranceles de Trump: una sacudida que aún redefine la economía global
Economía
Macroeconomía
2025-12-01
Fuentes
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Tres meses después, la guerra comercial entre EE.UU. y China revela fracturas profundas en mercados clave y riesgos latentes para Chile. Divergencias políticas y económicas marcan la disputa, mientras el oro y el cobre dibujan futuros inciertos.

Un pulso global que aún no termina

El 3 de abril de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump anunció aranceles base del 10% a todas las importaciones, con medidas específicas que alcanzaron un 34% sobre productos chinos y un 32% sobre importaciones desde Taiwán. Este acto, lejos de ser un evento aislado, ha desencadenado una serie de reacciones en cadena que, con el paso de los meses, comienzan a mostrar su verdadera magnitud y consecuencias.

Los mercados reaccionaron de inmediato: los futuros de Wall Street cayeron entre 1% y 3%, el cobre bajó levemente y el oro se fortaleció hasta alcanzar máximos históricos. Sin embargo, el análisis a tres meses revela que las fluctuaciones iniciales fueron apenas la punta del iceberg.

Perspectivas contrapuestas: entre la confrontación y la negociación

Desde la mirada estadounidense, el gobierno de Trump buscaba corregir desequilibrios comerciales y proteger industrias nacionales estratégicas, apuntando a China y Taiwán como epicentros de competencia tecnológica y manufacturera.

“Estas medidas son un intento de nivelar la cancha y recuperar liderazgo en sectores clave,” explicaba en abril Alejandro Guin-Po, economista senior de LarrainVial Asset Management. No obstante, advertía que la reacción de China podría escalar y afectar a economías emergentes, entre ellas Chile.

En contraste, Beijing respondió con represalias comerciales y una estrategia de diversificación de mercados, buscando minimizar el impacto y fortaleciendo alianzas regionales en Asia y América Latina.

“La guerra comercial no solo es un choque de aranceles, sino una redefinición de las cadenas globales de valor,” señala la investigadora en comercio internacional María Fernández, quien subraya que las tensiones han acelerado procesos de relocalización productiva y cambios en inversiones.

Chile en el ojo del huracán: riesgos y oportunidades

Para Chile, el escenario ha sido complejo. El país depende en gran medida de la demanda china por cobre, un commodity cuya cotización ha sufrido volatilidad desde el anuncio.

El precio del cobre, tras una caída inicial, se ha mantenido fluctuante, reflejando incertidumbre sobre la duración y profundidad del conflicto comercial. Expertos locales advierten que un endurecimiento de las tensiones podría afectar exportaciones y crecimiento económico.

Sin embargo, voces del sector empresarial y académico resaltan que la crisis también ha impulsado un debate necesario sobre la diversificación económica y la innovación tecnológica, áreas donde Chile podría fortalecer su posición.

“Este es un llamado para repensar nuestra inserción en el comercio global, buscando no depender exclusivamente de un solo mercado o producto,” comenta la economista Claudia Rivas, quien apuesta por una estrategia de largo plazo.

La economía global y el pulso de la incertidumbre

Más allá de las fronteras, la disputa ha evidenciado la fragilidad de un sistema económico interconectado pero vulnerable a decisiones políticas abruptas. La volatilidad en los mercados, la reconfiguración de alianzas y la presión sobre cadenas productivas han puesto a prueba la resiliencia de países y empresas.

Mientras el oro se mantiene como refugio seguro, alcanzando precios récord, y el cobre sigue siendo un termómetro de la salud económica global, la pregunta que persiste es cómo y cuándo esta tensión encontrará un camino hacia la estabilidad.

Constataciones finales

La guerra comercial desatada por los aranceles de Trump no es un capítulo cerrado ni un simple episodio pasajero. Es una tragedia en desarrollo donde cada actor -desde gobiernos hasta ciudadanos- enfrenta consecuencias palpables y a veces contradictorias.

Los hechos confirman que:

- La economía global está en un estado de reajuste, con ganadores y perdedores aún por definirse.

- Chile, por su estrecha relación con China, debe prepararse para escenarios adversos y aprovechar la oportunidad para diversificar.

- Las tensiones comerciales revelan la necesidad de un diálogo multilateral más sólido y mecanismos que limiten el impacto de decisiones unilaterales.

Este coliseo económico sigue en pie, y sus próximos actos dependerán tanto de la voluntad política como de la capacidad de adaptación de las sociedades involucradas.