Senador Cory Booker rompe récord con discurso maratónico: un alegato de 25 horas contra Trump

Senador Cory Booker rompe récord con discurso maratónico: un alegato de 25 horas contra Trump
Actualidad
Política
2025-12-01
Fuentes
elpais.com cooperativa.cl english.elpais.com cooperativa.cl www.bbc.com www.df.cl elpais.com cooperativa.cl elpais.com elpais.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com

- Discurso histórico de 25 horas en el Senado de EE.UU.

- Confrontación directa con las políticas de Donald Trump

- Debate sobre democracia y justicia social en el epicentro político estadounidense

El lunes 31 de marzo de 2025, el senador demócrata por Nueva Jersey, Cory Booker, inició un discurso que quedó grabado en los anales del Senado de Estados Unidos. Durante más de 25 horas consecutivas, Booker se mantuvo de pie, sin poder sentarse o salir al baño, para expresar una crítica profunda y sostenida contra las políticas del expresidente Donald Trump. Este acto, que superó el récord histórico de 24 horas y 18 minutos establecido en 1957 por el republicano Strom Thurmond, no fue un simple gesto teatral sino una declaración política cargada de significado y consecuencias.

Un desafío a la democracia en el corazón del Capitolio

Booker sostuvo que “las amenazas que se ciernen sobre el pueblo y la democracia estadounidenses son graves y urgentes, y todos debemos hacer más para combatirlas”. Su discurso no se limitó a una crítica general, sino que abordó temas que van desde los recortes al gasto público impulsados por la administración de Elon Musk en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, hasta las duras políticas migratorias implementadas bajo Trump.

El senador leyó testimonios de personas afectadas por estas políticas, combinando relatos personales con análisis político y social. Este formato le permitió conectar la indignación con la empatía, transformando su discurso en un espacio donde la política se humanizó.

Perspectivas encontradas: entre la admiración y la controversia

El gesto de Booker fue celebrado por la mayoría demócrata, que busca recomponerse tras la derrota electoral frente a Trump y los republicanos en noviembre pasado. Para ellos, este discurso fue un acto de resistencia y un llamado a la acción.

Sin embargo, desde sectores conservadores y republicanos, la acción fue vista como un espectáculo político sin impacto real, una maniobra que, si bien histórica, no alteró la agenda legislativa inmediata. Algunos críticos señalaron que discursos maratónicos como este pueden distraer de debates sustantivos y profundos sobre reformas políticas y sociales.

El contexto histórico y político detrás del récord

Este récord no es un hecho aislado. En la historia reciente del Senado, otros discursos prolongados han marcado momentos de tensión política, como el del republicano Ted Cruz en 2013, quien habló durante más de 21 horas para bloquear la reforma sanitaria de Obama, o el demócrata Jeff Merkley, con una protesta de más de 15 horas contra la nominación de un juez conservador al Tribunal Supremo.

Booker, senador desde 2013 y uno de los 14 afroamericanos en la historia del Senado, ha sido un activista constante en temas de justicia social. Su liderazgo incluye esfuerzos para despenalizar la marihuana a nivel federal, buscando terminar con el sesgo racial en la aplicación de la ley.

Constataciones y consecuencias

Este discurso maratónico no logró cambiar políticas ni detener reformas, pero sí visibilizó la crisis de confianza y la polarización que atraviesa la democracia estadounidense. La acción de Booker expone un sistema legislativo donde la protesta simbólica convive con la inercia política.

Desde una mirada chilena, este episodio invita a reflexionar sobre la naturaleza del activismo político en las democracias contemporáneas: ¿hasta qué punto los gestos dramáticos movilizan cambios reales o se convierten en rituales para audiencias específicas?

Finalmente, la intervención de Booker es un recordatorio de que la política es también un escenario de confrontación constante, donde las palabras pueden ser arma, escudo y testimonio, y donde la paciencia y la resistencia se miden en horas, no en minutos.