La explosión energética de la IA en América Latina: un desafío que ya no se puede ignorar

La explosión energética de la IA en América Latina: un desafío que ya no se puede ignorar
Economía
Macroeconomía
2025-12-01
Fuentes
www.dw.com www.df.cl elpais.com www.latercera.com www.bbc.com es.wired.com cooperativa.cl cooperativa.cl elpais.com elpais.com www.bbc.com cambio21.cl cooperativa.cl ellibero.cl

- Demanda energética sin precedentes impulsada por la inteligencia artificial en la región.

- Riesgo de competencia directa entre IA y sectores prioritarios como vivienda e industria.

- Debate sobre la sostenibilidad y regulación frente a un crecimiento tecnológico acelerado.

América Latina enfrenta una presión energética inédita debido al acelerado desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Según la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), para 2035 la IA representará el 5% del consumo total eléctrico regional, equivalente a más de 120 teravatios hora anuales. Esta cifra, que parecía lejana hace apenas meses, hoy es una realidad que obliga a repensar la planificación energética y las prioridades sectoriales.

El origen de esta crisis energética se encuentra en la expansión masiva de centros de datos dedicados a la IA. Actualmente existen 455 instalaciones en América Latina y el Caribe, consumiendo ya un 1,6% del total eléctrico regional. Con un crecimiento proyectado del 165% en el número de estos centros entre 2023 y 2030, la demanda se vuelve insostenible si no se adoptan medidas.

Desde la perspectiva del gobierno chileno, representado en Olade por el secretario ejecutivo Andrés Rebolledo, la transformación digital debe ir acompañada de una "planificación energética responsable y sostenible". "La IA podría competir por recursos energéticos con sectores prioritarios como el residencial, el industrial o el transporte", advirtió, señalando la necesidad de fortalecer marcos regulatorios y apostar por fuentes renovables.

Sin embargo, la visión no es unánime. Desde sectores industriales y tecnológicos, se argumenta que la IA es un motor clave para la productividad y el desarrollo económico, y que limitar su crecimiento podría frenar la innovación y la competitividad regional. Una representante del sector tecnológico comentó: "La inversión en eficiencia energética y tecnologías limpias es el camino, no la restricción del avance tecnológico".

Por otro lado, organizaciones ambientalistas y sociales alertan sobre el impacto ambiental y social que este aumento del consumo eléctrico puede acarrear, especialmente en zonas con infraestructura energética vulnerable o dependiente de combustibles fósiles. Una activista ambiental señaló: "No podemos sacrificar la justicia ambiental y la salud de nuestras comunidades por un progreso tecnológico que no se planifica con visión integral".

En el plano regional, la Olade, organismo intergubernamental que agrupa a 24 países latinoamericanos, insiste en la urgencia de una cooperación efectiva para enfrentar este fenómeno. Desde su sede en Quito, promueven la integración de políticas energéticas que permitan mitigar el impacto y aprovechar las oportunidades de la digitalización.

Este escenario plantea un verdadero coliseo donde los protagonistas – gobiernos, empresas, sociedad civil – disputan recursos limitados en un contexto de alta incertidumbre y demandas crecientes. La tragedia que se juega no es solo energética, sino también social y ambiental.

Conclusiones claras emergen de esta confrontación: la inteligencia artificial no es solo un fenómeno tecnológico, sino un factor disruptivo que redefine prioridades y obliga a repensar modelos de desarrollo. La demanda energética que genera es un síntoma de este cambio, y su manejo determinará el equilibrio entre progreso y sostenibilidad en la región.

El desafío es mayúsculo y las decisiones que se tomen en los próximos años definirán si América Latina puede integrar la revolución digital sin sacrificar su futuro energético y ambiental.