Honduras confirma su giro a la derecha: un empate técnico y una elección marcada por la intervención de Trump

El domingo 30 de noviembre de 2025, Honduras vivió una jornada electoral que, más allá de la incertidumbre inmediata, revela un cambio profundo en su mapa político. Con el 57,03% de las actas escrutadas, Nasry "Tito" Asfura (Partido Nacional) y Salvador Nasralla (Partido Liberal) se encuentran en un empate técnico con un margen de apenas 515 votos. Este resultado, aún sin confirmación oficial definitiva, anticipa el retorno de la derecha al poder tras cuatro años de gobierno de la izquierda liderada por Xiomara Castro y su partido Libre.

### Un duelo de derecha en el epicentro
Las elecciones se definieron en un pulso cerrado entre dos figuras conservadoras con trayectorias y bases muy diferentes. Por un lado, Nasry Asfura, empresario y exalcalde de Tegucigalpa, respaldado en la recta final por el expresidente estadounidense Donald Trump, quien lo llamó a votar y prometió apoyo económico condicionado a su victoria. Por otro, Salvador Nasralla, periodista deportivo y conocido presentador televisivo, que se ha posicionado como una opción antisistema y anticorrupción, aunque con un pasado político complejo que incluye su renuncia al gobierno de Castro en 2024.

Desde la izquierda, la oficialista Rixi Moncada quedó relegada a un tercer lugar con un 19,2% de los votos, reflejando un fuerte retroceso para el movimiento fundado por el expresidente Manuel Zelaya y que llevó a Xiomara Castro a la presidencia en 2021.

### Voces encontradas y visiones contrapuestas
"Hay que esperar el resultado de todos los votos. Ojalá que no quedemos como una república bananera", lamentó la periodista hondureña Thelma Mejía, en referencia a la intervención de Trump y al anuncio del indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en Estados Unidos. Para Mejía, este gesto representa una "afrenta para los hondureños" y una muestra de la influencia externa en la política nacional.

Por su parte, Asfura acogió con entusiasmo el respaldo estadounidense, autoproclamándose "el candidato de Washington" y defendiendo el indulto como una potestad presidencial legítima.

Desde el oficialismo, Rixi Moncada llamó a sus seguidores a mantenerse "en pie de lucha hasta obtener el 100% de las actas", denunciando un posible fraude y reivindicando el legado social y democrático de Libre.

### Contexto y desafíos detrás del resultado
Este giro a la derecha se produce en un país marcado por la pobreza —con más del 60% de la población en situación vulnerable—, la corrupción endémica y una seguridad pública precaria que ha llevado a la prolongación de un estado de emergencia con fuerte protagonismo militar.

Los candidatos presentan visiones económicas distintas: Moncada apuesta por un Estado activo y políticas de democratización económica; Nasralla propone reducción de burocracia y apoyo a las pymes; Asfura prioriza estabilidad fiscal y fortalecimiento del agro, alineándose con la agenda conservadora regional y el respaldo de Estados Unidos.

La economía hondureña depende en gran medida de las remesas, que representan cerca del 27% del PIB, y enfrenta desigualdades extremas con una concentración de ingresos en manos de una minoría.

### Conclusiones y consecuencias visibles
Este resultado, aunque aún provisional, confirma un fuerte rechazo electoral a la izquierda oficialista y un retorno a la hegemonía conservadora que ha dominado históricamente Honduras, pero bajo nuevas dinámicas marcadas por la influencia externa y la fragmentación política interna.

La intervención de Donald Trump y el indulto al expresidente Hernández han tensionado el proceso, poniendo en evidencia la persistente tutela estadounidense en la región y sus efectos en la soberanía política local.

Para el próximo presidente, cualquiera que sea, los desafíos serán mayúsculos: combatir la pobreza estructural, enfrentar la corrupción enquistada y redefinir una política de seguridad que respete los derechos humanos, en un país que sigue siendo uno de los más violentos de América Latina.

En definitiva, Honduras se encuentra en una encrucijada que trasciende la simple alternancia política: es un espejo de las tensiones y contradicciones que definen la región en esta década, donde la democracia se juega entre la influencia externa, las demandas sociales y la fragilidad institucional.

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Fuentes: La Tercera, Cooperativa.cl, El País América, análisis de expertos en política latinoamericana y organizaciones internacionales de derechos humanos.