
Un gigante que se desploma
El 5 de abril de 2025 expiró el plazo impuesto por la administración estadounidense para que TikTok, la popular red social de origen chino, fuera vendida a una empresa estadounidense o enfrentara la prohibición total en el país. Esta fecha marcó el desenlace de un proceso que comenzó meses antes, cuando la Casa Blanca, bajo la presidencia de Donald Trump, declaró a TikTok una amenaza para la seguridad nacional. Desde entonces, la plataforma se convirtió en el epicentro de un choque entre intereses políticos, económicos y estratégicos.
Durante semanas, altos funcionarios estadounidenses, entre ellos el vicepresidente JD Vance y el secretario de Comercio Howard Lutnick, lideraron negociaciones con potenciales compradores como Blackstone y Oracle. Sin embargo, ninguna oferta logró satisfacer las exigencias regulatorias ni las preocupaciones de Washington sobre el control y la privacidad de los datos.
Perspectivas en pugna
Desde la mirada del gobierno estadounidense, la prohibición de TikTok es una medida necesaria para proteger la soberanía digital y evitar el acceso de Pekín a información sensible de sus ciudadanos. "La seguridad nacional no es negociable", afirmó en su momento un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.
Por otro lado, la empresa matriz ByteDance y sectores procomerciales argumentaron que la medida es un acto de proteccionismo disfrazado de seguridad. "Esto no es solo una disputa tecnológica, es una guerra comercial encubierta", señaló un analista de comercio internacional en Beijing.
En la sociedad civil estadounidense, la reacción fue ambivalente. Mientras algunos usuarios lamentaron la pérdida de una plataforma que marcó tendencias culturales y sociales, otros respaldaron la decisión como un paso hacia un internet más seguro y soberano.
Impacto regional y global
El caso TikTok también ha tenido repercusiones en América Latina, donde la plataforma era un canal clave para la difusión cultural y el emprendimiento digital. Expertos en tecnología chilena advierten que el cierre en EE.UU. podría acelerar la fragmentación del ecosistema digital global, fomentando la creación de redes sociales regionales con diferentes normas y estándares.
Simultáneamente, la situación ha reavivado el debate sobre la regulación de las grandes tecnológicas y la protección de datos personales, temas que en Chile y otros países latinoamericanos han cobrado relevancia en los últimos años.
Conclusiones y aprendizajes
La historia de TikTok en Estados Unidos es una narrativa de tensiones geopolíticas que trasciende la tecnología y revela las fracturas de un mundo digitalizado bajo la sombra de la rivalidad entre potencias. La imposibilidad de un acuerdo entre ByteDance y compradores estadounidenses llevó a la prohibición definitiva de la plataforma en uno de sus mercados más grandes.
Más allá de las posiciones enfrentadas, queda claro que el control de la información y la soberanía digital serán temas centrales en la política internacional y en la vida cotidiana de millones de usuarios. En este escenario, la tragedia de TikTok es, a la vez, una advertencia y un llamado a repensar cómo se gestionan las tecnologías que moldean nuestras sociedades.
Fuentes consultadas incluyen reportes de Cooperativa.cl, análisis de expertos en comercio internacional y declaraciones oficiales del gobierno estadounidense.
2025-11-12
2025-11-12