
En un escenario donde la historia y la diplomacia se entrelazan, México ha elevado una petición que trasciende lo meramente político: el regreso del Códice Azcatitlán, un manuscrito fundamental para comprender la génesis y resistencia del imperio azteca. El 7 de noviembre de 2025, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum solicitó formalmente a su par francés, Emmanuel Macron, la devolución del códice que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia desde 1898. Este acto no solo simboliza una demanda cultural, sino que pone sobre la mesa las heridas abiertas del saqueo colonial y la apropiación de patrimonio prehispánico.
### Un legado en disputa
El Códice Azcatitlán narra gráficamente la historia prehispánica desde la fundación de Tenochtitlan hasta la caída azteca frente a los españoles. Su valor histórico y simbólico es incuestionable para México, donde la recuperación de bienes culturales arrebatados durante siglos es un reclamo constante. Sin embargo, la petición enfrenta resistencias y complejidades legales y políticas.
“Nos importa mucho el envío de este códice”, declaró Sheinbaum, marcando la importancia que tiene para su gobierno esta iniciativa. Por su parte, Francia ha mostrado disposición para dialogar, aunque no ha confirmado si la devolución será definitiva o temporal.
### Entre la cultura y la economía
La reunión entre Sheinbaum y Macron no se limitó al patrimonio cultural. En el contexto de la renovación del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, prevista para febrero de 2026, ambos mandatarios abordaron temas de cooperación económica, ciencia y cultura. México es el segundo socio comercial de Francia en América Latina, con intercambios significativos en sectores como farmacéutica, energía eólica y aeroespacial.
Esta convergencia de intereses hace que la negociación sobre el códice se inscriba en un marco más amplio, donde la devolución de bienes culturales puede ser interpretada como un gesto diplomático con consecuencias económicas y políticas.
### Voces enfrentadas y perspectivas diversas
Desde la perspectiva mexicana, la devolución del códice es una reivindicación legítima que busca reparar daños históricos y fortalecer la identidad nacional. Sin embargo, algunos sectores en Francia y en la comunidad académica internacional advierten sobre los riesgos de precedentes que podrían abrir demandas similares en masa, además de enfatizar la importancia de la conservación y acceso público en las instituciones europeas.
En México, la sociedad civil y grupos indígenas ven en esta demanda una oportunidad para visibilizar la riqueza cultural prehispánica y promover un diálogo más justo sobre el patrimonio. Sin embargo, también existen críticas hacia el gobierno por priorizar gestos simbólicos en medio de desafíos sociales y económicos urgentes.
### Constataciones y consecuencias
Este episodio confirma que el patrimonio cultural es un campo de batalla donde convergen historia, identidad, política y economía. La solicitud de Sheinbaum pone en evidencia que, a pesar de los avances en cooperación internacional, las heridas coloniales siguen presentes y requieren soluciones que trasciendan el simbolismo.
Además, la negociación se inscribe en un contexto donde México busca fortalecer su posición internacional, combinando reclamos culturales con estrategias comerciales y diplomáticas. El resultado de este proceso tendrá implicancias no solo para ambos países, sino para la gestión global del patrimonio cultural y la memoria histórica.
En definitiva, el desafío para México y Francia es encontrar un equilibrio entre la restitución histórica y la cooperación contemporánea, en un diálogo que permita transformar la tragedia del saqueo en una oportunidad para la reconciliación y el respeto mutuo.