Chile refuerza su posición como socio estratégico del cobre ante Estados Unidos: La carta que busca blindar una relación histórica frente a la amenaza arancelaria
El cobre, el metal rojo que ha sido el alma de la economía chilena, volvió a escena en marzo de 2025 con un pulso diplomático que pone en tensión la relación comercial entre Chile y Estados Unidos.
El 31 de marzo, el embajador chileno en Washington, Juan Gabriel Valdés, confirmó la presentación de una carta oficial ante el Departamento de Comercio de Estados Unidos. En ella, el gobierno chileno, a través de Cochilco y la Cancillería, defendió el carácter de Chile como un 'socio estratégico y confiable' en el abastecimiento de cobre, el principal producto de exportación nacional.
Este gesto no es banal: se produce en medio de la sombra de aranceles que la administración del entonces presidente Donald Trump amenazaba con imponer al mineral, en un contexto global donde la guerra comercial parecía asomarse como una amenaza real. El plazo para entregar observaciones al Departamento de Comercio vencía el mismo día de la presentación.
Un desafío en varios frentes
El embajador Valdés destacó que Chile no sólo envió la carta, sino que también monitorea activamente las propuestas y opiniones de gremios y actores industriales tanto locales como estadounidenses, como la Copper Development Association y la International Copper Association. Estas organizaciones, junto con grandes inversionistas, han aportado sus propias visiones para el futuro del cobre en la relación bilateral.
"Lo que Estados Unidos necesita y lo que el presidente Trump quiere, es desarrollar la industria del cobre o recuperar la capacidad que tuvo de producir cobre, tener fundiciones y ser capaz de utilizarlo en todo lo que hoy se requiere, desde la medicina hasta los armamentos más sofisticados", explicó Valdés, resaltando la complejidad de la demanda estadounidense y su imposibilidad de autoabastecerse completamente.
Voces encontradas y una relación de décadas
Desde el lado chileno se enfatiza que la relación con Estados Unidos en materia de cobre ha sido "ejemplar" durante décadas, basada en la confianza y el trabajo conjunto. Chile es el principal proveedor de cobre para el mercado estadounidense, que actualmente produce sólo alrededor del 50% de lo que consume.
No obstante, no todos los actores ven esta relación con la misma claridad. En Estados Unidos, sectores industriales buscan darle al cobre un carácter estratégico nacional, lo que podría justificar medidas proteccionistas para fortalecer su producción interna. Esto genera una tensión palpable entre el libre comercio y el proteccionismo emergente.
El 2 de abril de 2025 fue señalado como la fecha clave en que el presidente Trump anunciaría los aranceles recíprocos con diversos países, abriendo un escenario que el embajador calificó como un "cuadro de guerra comercial".
Consecuencias y certezas
Chile, a través de Cochilco y la Cancillería, ha optado por una estrategia de diálogo y colaboración, buscando evitar que la disputa escale y afecte un pilar fundamental de su economía. La carta y el seguimiento cercano de las negociaciones reflejan la importancia que el país otorga a mantener su posición de socio confiable.
Al mismo tiempo, el episodio desnuda la fragilidad de las relaciones comerciales en un mundo donde las tensiones geopolíticas y económicas pueden traducirse rápidamente en barreras arancelarias que impactan directamente a productores y consumidores.
En definitiva, la historia del cobre chileno en 2025 no es sólo la de un recurso natural, sino la de un actor en un escenario global convulsionado, donde la diplomacia, los intereses económicos y las políticas proteccionistas se enfrentan en un desafío que Chile debe sortear para preservar su futuro económico.
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Fuentes consultadas: Diario Financiero (31/03/2025), declaraciones del embajador Juan Gabriel Valdés, reportes de Cochilco.