Franco Parisi busca consolidar su tercera candidatura presidencial: división y desencuentros en la derecha marcan la contienda
En un escenario político que recuerda un coliseo romano de disputas encarnizadas, la tercera candidatura presidencial de Franco Parisi ha tomado forma con una estrategia clara: capitalizar la fragmentación de la derecha para alcanzar la segunda vuelta.El 30 de marzo de 2025, Parisi anunció su regreso a Chile para lanzar oficialmente su postulación. Su diagnóstico es contundente: la derecha se presenta dividida entre Johannes Kaiser, José Antonio Kast y Evelyn Matthei, un cuarteto que, según Parisi, se autoanula y abre espacio para su ascenso.
Desde una perspectiva política, Parisi se posiciona como el outsider que desafía tanto a la derecha tradicional como a la izquierda establecida. “Kaiser lo está haciendo bien y me conviene”, afirmó, reconociendo que la competencia interna en su sector puede favorecer su avance. Sin embargo, no escatimó críticas hacia sus rivales: cuestionó la formación académica y la experiencia de los candidatos, un señalamiento que generó rechazo entre sus adversarios y sectores más moderados.
Por su parte, el oficialismo observa con cautela este fenómeno. Algunos analistas ven en Parisi una amenaza que podría alterar las dinámicas electorales tradicionales, mientras que otros cuestionan su capacidad para sostener una campaña sólida en terreno, dadas sus dificultades en procesos anteriores.
Regionalmente, la candidatura de Parisi ha despertado interés en zonas históricamente relegadas, donde su discurso anti-establishment y enfoque en temas económicos ha calado. No obstante, voces ciudadanas expresan preocupación por la falta de claridad en propuestas concretas y el riesgo de polarización.
Desde la derecha, la división ha generado tensiones internas evidentes. La pugna por captar el electorado conservador ha llevado a disputas públicas y acusaciones cruzadas, mientras que desde la izquierda se debate cómo responder a esta nueva configuración sin perder cohesión.
En términos de consecuencias, este escenario plantea un desafío para la estabilidad política y la gobernabilidad futura. La fragmentación puede abrir la puerta a resultados impredecibles, y la polarización exacerbará la desconfianza ciudadana hacia las instituciones.
En conclusión, la tercera candidatura presidencial de Franco Parisi no es un episodio aislado, sino un reflejo de un sistema político en transformación, marcado por la crisis de los partidos tradicionales y la emergencia de actores que capitalizan el desencanto social. La historia que se despliega invita a observar con distancia y rigor, entendiendo que las verdades absolutas son escasas y que la política chilena se encuentra en un momento de redefinición profunda.