
Una decisión que redefinió el tablero energético y político en América Latina. El 30 de marzo de 2025, el expresidente estadounidense Donald Trump revocó los permisos otorgados a varias petroleras internacionales —entre ellas la española Repsol, la italiana Eni, la francesa Maurel & Prom y la india Reliance Industries— para exportar crudo venezolano. Esta medida, que obligó a las compañías a liquidar sus operaciones en Venezuela antes de finales de mayo, marcó un punto de inflexión en la ya tensa relación entre Estados Unidos y Venezuela, y tuvo repercusiones que aún hoy, a ocho meses de distancia, se sienten en diversos ámbitos.
Los permisos para operar con crudo venezolano habían sido concedidos bajo la administración demócrata de Joe Biden, como excepciones a las sanciones impuestas al régimen chavista. Sin embargo, la administración Trump, retomando una política más dura, no solo revocó estas licencias sino que también impuso un arancel del 25% a cualquier país que comprara petróleo venezolano.
Este giro radical buscó aislar aún más a Venezuela, presionando sobre su economía dependiente del petróleo y complicando la ya frágil situación política y social interna. Chevron, la mayor petrolera estadounidense con presencia en Venezuela, también fue afectada, debiendo desmantelar sus instalaciones en el país.
Desde la óptica del gobierno venezolano, la medida fue vista como un acto de agresión económica y política. 'Esta acción busca estrangular a nuestro pueblo y perpetuar el sufrimiento', declaró un vocero oficial, denunciando un bloqueo que afecta a millones.
Las petroleras involucradas, por su parte, enfrentaron un dilema entre cumplir con las regulaciones estadounidenses y mantener sus inversiones y relaciones en América Latina. Repsol y Reliance intentaron negociar permisos para continuar operando, pero la revocación definitiva cerró esa puerta.
En Estados Unidos, el movimiento fue respaldado por sectores que consideran que la presión económica es la vía para debilitar al régimen chavista y promover un cambio político en Venezuela. Sin embargo, críticos advierten sobre los efectos colaterales en la población venezolana y en la estabilidad regional.
La medida tuvo efectos palpables en la economía venezolana, que vio reducida su capacidad exportadora y enfrentó una mayor crisis fiscal y social. En febrero de 2025, justo antes de la revocación, Venezuela exportaba 910.000 barriles diarios, cifra que descendió tras la aplicación de las nuevas sanciones.
Además, países vecinos y compradores tradicionales del crudo venezolano debieron buscar otras fuentes, alterando el mercado energético regional. Esta dinámica generó tensiones diplomáticas y debates sobre la soberanía energética y las estrategias de integración en América Latina.
En Venezuela, la población experimentó un aumento del desabastecimiento y la precarización, lo que alimentó críticas hacia todas las partes involucradas. Organismos internacionales de derechos humanos alertaron sobre el impacto humanitario de las sanciones.
Mientras tanto, en Chile y otros países latinoamericanos, expertos y académicos analizaron el caso como un ejemplo paradigmático de la intersección entre política exterior, economía global y derechos humanos, invitando a reflexionar sobre las consecuencias de las sanciones unilaterales.
A ocho meses de la revocación, es evidente que la política estadounidense hacia Venezuela no solo busca un cambio de régimen, sino que también recalibra las alianzas energéticas y geopolíticas en la región. La medida ha mostrado que:
- Las sanciones económicas tienen un impacto directo en las capacidades operativas de las empresas internacionales y en las economías locales.
- La presión política puede generar efectos adversos sobre la población civil, alimentando debates éticos y estratégicos.
- Los actores regionales enfrentan desafíos para equilibrar intereses económicos, soberanía y solidaridad hemisférica.
Este episodio, lejos de cerrarse con la revocación, sigue siendo un punto de tensión y aprendizaje en las complejas relaciones entre Estados Unidos, Venezuela y América Latina, recordándonos que las decisiones en el tablero global tienen consecuencias profundas y duraderas en la vida de millones.
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Fuentes consultadas: Cooperativa.cl, análisis de expertos en geopolítica latinoamericana, informes de organismos internacionales de derechos humanos.
2025-11-12
2025-11-12