El futuro del sistema de pensiones tras la reforma: entre avances técnicos y desafíos políticos no resueltos

El futuro del sistema de pensiones tras la reforma: entre avances técnicos y desafíos políticos no resueltos
Actualidad
Política
2025-12-02
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- Reforma histórica que fortalece el sistema de capitalización individual.

- Tensiones políticas entre oficialismo y oposición en su implementación.

- Retos inmediatos en la recaudación y administración del nuevo fondo previsional.

Una reforma que cambió el juego, pero no cerró el partido.

El 2025 comenzó con la promulgación de una reforma al sistema de pensiones que buscó salvar y robustecer el modelo de capitalización individual, cuestionado durante décadas por sus bajos retornos y cobertura deficiente. Más de ocho meses después, la discusión ha evolucionado desde el entusiasmo inicial por la aprobación hacia un terreno más complejo: la implementación y los costos políticos y sociales que ésta implica.

En marzo, académicos de la Universidad Católica y expertos internacionales, como Nicholas Barr de la London School of Economics, subrayaron la importancia de equilibrar el diseño técnico con la viabilidad política, recordando que en el mundo existen más reformas inconclusas que exitosas. Esta advertencia se ha materializado en las semanas siguientes, cuando la puesta en marcha del Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP) y la recaudación de la cotización adicional han enfrentado trabas administrativas y resistencia política.

Tres fuerzas en choque

Por un lado, el gobierno y parte del oficialismo defienden la reforma como una victoria política que evita un colapso fiscal futuro y mejora la cobertura previsional. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha insistido en que sin esta reforma, 'el costo fiscal hubiera sido insostenible a mediano plazo', y ha valorado la disposición de algunos sectores opositores a colaborar en la implementación.

Sin embargo, sectores de oposición y movimientos sociales críticos argumentan que la reforma mantiene intactos los fundamentos de un sistema que perpetúa desigualdades y precariza las pensiones. “Se trata de una reforma que maquilla problemas estructurales sin resolverlos de fondo”, señala Paula Benavides, ex integrante de la comisión de expertos.

Por último, en el centro del escenario están los ciudadanos y futuros pensionados, quienes observan con escepticismo y creciente preocupación la demora en el pago de beneficios y la transparencia en la administración del nuevo fondo. Diversos sindicatos y organizaciones sociales han convocado a movilizaciones para exigir mayor participación ciudadana y fiscalización pública.

Un escenario político fracturado

La reforma, aprobada en un contexto de alta fragmentación parlamentaria, ha mostrado que la alianza técnica-política que la gestó no se traduce automáticamente en consenso social. La tradición de acompañamiento técnico a las decisiones políticas, rescatada en el proceso, se ha visto tensionada por la polarización y la desconfianza ciudadana.

El proceso ha expuesto la dificultad de traducir recomendaciones técnicas en acuerdos políticos duraderos y en soluciones que satisfagan demandas sociales históricas. La cooperación entre oficialismo y oposición, aunque presente, es frágil y condicionada por intereses electorales y agendas divergentes.

Conclusiones y aprendizajes

Lo que emerge de esta historia es una reforma que, si bien ha fortalecido el sistema previsional chileno desde una perspectiva fiscal y técnica, no ha cerrado el debate sobre su justicia social ni su legitimidad política. La experiencia chilena confirma que las reformas complejas requieren no solo buen diseño, sino también construcción de confianza y diálogo sostenido con la sociedad.

Como sintetizó el economista David Bravo, 'este proceso mostró la mejor cara de nuestra política: la capacidad de un grupo diverso de líderes de alcanzar acuerdos para enfrentar desafíos comunes, aunque el camino para consolidar esos logros sigue siendo incierto.'

En definitiva, el futuro del sistema de pensiones en Chile dependerá tanto de la implementación técnica como de la voluntad política y social para avanzar hacia un modelo más inclusivo y sostenible, en un escenario donde las tensiones y expectativas permanecen vivas y abiertas.

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Fuentes: Seminario académico Universidad Católica (2025), declaraciones públicas ministro Mario Marcel, análisis de Paula Benavides y Soledad Hormazábal, artículos de La Tercera (marzo 2025).