La disputa entre Tohá y Matthei: ¿nuevas fórmulas o viejas recetas para Chile?

En el escenario político chileno, donde las campañas presidenciales suelen ser un campo de batalla de retóricas y promesas, la confrontación entre Carolina Tohá y Evelyn Matthei ha dejado una estela de cuestionamientos que trascienden la mera disputa electoral. Desde marzo de 2025, ambas ex autoridades se perfilan como las candidatas más fuertes para una eventual segunda vuelta, según las encuestas más confiables como la Cadem, consolidando un duelo que no solo enfrenta proyectos, sino también estilos y discursos.

Tohá, exministra del Interior y figura emblemática del oficialismo, ha sido crítica con las propuestas de Matthei, exalcaldesa y representante del sector conservador. En una entrevista televisiva, Tohá señaló con claridad: “No veo que haya un afán de buscar nuevas fórmulas, de salir de las trincheras habituales”. Esta frase no solo refleja una crítica a la falta de innovación, sino también un llamado a repensar las estrategias políticas tradicionales que han dominado el espectro derecho.

Por su parte, Matthei ha mantenido una postura firme en temas de seguridad, llegando incluso a proponer medidas controvertidas como la pena de muerte. Esta propuesta ha generado un rechazo frontal de parte de Tohá, quien la calificó de populista y poco informada sobre las experiencias internacionales: “La pena de muerte no es algo que mejore la situación, es una medida que suena bien en campaña, pero que en la práctica puede tener efectos negativos”. Este intercambio ha puesto en evidencia no solo diferencias programáticas, sino también la manera en que cada una entiende el vínculo con la ciudadanía y la construcción del consenso.

Desde el punto de vista político, este enfrentamiento exhibe una tensión clásica entre la renovación y la continuidad. Mientras Tohá apuesta por un discurso que busca distanciarse de las fórmulas conocidas y apela a la innovación en la gestión pública, Matthei se aferra a un relato más tradicional, que enfatiza el orden y la seguridad, valores que resuenan con un sector importante del electorado.

En el plano social, las reacciones son diversas. Algunos sectores valoran la claridad y firmeza de Matthei en temas de seguridad, mientras que otros aplauden la crítica de Tohá a la falta de creatividad y su advertencia sobre los riesgos de propuestas populistas. Esta división refleja la complejidad de una sociedad que, a pocos meses de las elecciones, busca certezas en medio de la incertidumbre.

Finalmente, la disputa entre ambas candidatas no es solo un choque de personalidades, sino un espejo de las profundas divisiones y expectativas que atraviesan a Chile en este ciclo electoral. La campaña ha puesto en evidencia que las respuestas a los desafíos del país no son unívocas y que el debate, aunque áspero, es indispensable para que los ciudadanos puedan decidir con conocimiento de causa.

A seis meses de las elecciones, queda claro que la polarización política se mantiene, pero también que la ciudadanía demanda propuestas con sustancia y un compromiso real con la transformación social. La historia de este duelo promete seguir revelando tensiones y aprendizajes, en una contienda donde las palabras pesan y las decisiones futuras definirán el rumbo del país.