Impulso económico en Chile: Más allá del ruido inmediato, un panorama de inversiones, equidad y modernización
Un Chile en movimiento, pero con desafíos profundos.
Durante 2024, la inversión extranjera en Chile alcanzó un récord histórico, con proyectos que sumaron US$56.234 millones, un aumento del 68% respecto al año anterior, según datos oficiales de InvestChile. Este salto no solo refleja la confianza internacional en sectores estratégicos como el hidrógeno verde, sino que también marca un punto de inflexión para una economía que busca reactivarse con fuerza tras años de estancamiento.
Pero la historia no se agota en cifras. En paralelo, se han dado pasos significativos en la promoción de la equidad de género en el mundo empresarial. El Sexto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile 2024 reveló que aunque la participación femenina alcanza un 39,6% en el total de trabajadoras, apenas llega al 22,1% en directorios y 25,6% en gerencias de primera línea. Este contraste expone un desafío estructural: el techo de cristal persiste, y una de cada tres empresas aún no cuenta con mujeres en sus directorios.
Solange Berstein, presidenta de la CMF, sostuvo que "la diversidad de miradas agrega valor", mientras que el ministro de Economía, Nicolás Grau, anunció iniciativas legislativas para visibilizar y promover la participación femenina en los altos cargos empresariales.
En el ámbito económico, las señales son mixtas. Mientras que la minería, pilar histórico del país, se prepara para una nueva ola de inversiones que podrían superar los US$85 mil millones en los próximos años, la burocracia y los retrasos en permisos ambientales continúan siendo un freno. Expertos y actores del sector coinciden en que la permisología excesiva, con proyectos demorados más de mil días en evaluación, amenaza con diluir el impulso económico.
Alejandro Weber, decano de Economía de la USS, propone eliminar instancias políticas y acelerar procesos con estándares claros, tomando ejemplos internacionales para destrabar inversiones clave en energía limpia, infraestructura y vivienda social.
Otro foco de modernización es la profesionalización de los family offices, que en la última década han experimentado un cambio generacional y cultural. Las nuevas generaciones incorporan visiones modernas que integran sustentabilidad, impacto social y compliance, adaptándose a un entorno regulatorio más exigente. Este fenómeno es crucial para fortalecer la gobernanza y diversificación de inversiones, tanto en Chile como en el extranjero.
Macarena Jaramillo, asociada senior en Lathrop, Mújica, Herrera y Diez, subraya que "la evolución de estas oficinas contribuirá a un ambiente serio y responsable para el desarrollo de negocios".
Finalmente, el ecosistema emprendedor nacional muestra señales de optimismo en medio de la incertidumbre global. La inversión extranjera directa mantiene su dinamismo y scaleups chilenas como Buk han logrado valoraciones millonarias que atraen fondos internacionales.
No obstante, expertos advierten que para sostener este crecimiento es fundamental fortalecer la inversión local y la cooperación público-privada.
En suma, Chile vive un momento de impulso económico y social que trasciende los titulares inmediatos. La apuesta por la inversión extranjera, la equidad de género, la modernización institucional y el fomento al emprendimiento configuran un escenario complejo, con tensiones y oportunidades que definirán el rumbo del país en los próximos años.
La pregunta que queda en el aire es cómo se traducirán estos avances en bienestar tangible para la ciudadanía y en una economía más inclusiva y sostenible. Mientras tanto, el país parece decidido a aprovechar este impulso, consciente de que la profundidad y la paciencia serán claves para no perder el tren del desarrollo.