
En un año marcado por turbulencias internacionales y desafíos internos, el canciller Alberto van Klaveren ha sido protagonista de un complejo juego diplomático que refleja las tensiones y oportunidades que enfrenta Chile en el escenario global.
Desde comienzos de 2025, Van Klaveren ha debido navegar entre la consolidación de la relación bilateral con Estados Unidos y las crecientes presiones políticas y sociales internas que cuestionan la orientación de la política exterior chilena.
El 14 de noviembre, el canciller sostuvo una reunión clave con el nuevo embajador estadounidense en Chile, Brandon Judd, designado durante la administración Trump. En este encuentro, ambas autoridades ratificaron la colaboración en la lucha contra el crimen organizado, con especial énfasis en el intercambio de información y la participación de Chile en el programa Visa Waiver. Esta alianza estratégica busca fortalecer la seguridad y facilitar la movilidad entre ambos países.
"El principio que me guiará durante mi misión será hacer que EE.UU sea un país más seguro, fuerte y próspero, y realizar esto en colaboración con el pueblo chileno", afirmó Judd a su llegada.
Paralelamente, Van Klaveren ha tenido que responder a las amenazas de aranceles anunciadas por Donald Trump, quien planteó gravámenes del 10% a países que se alinearan con los BRICS, bloque con el que Chile mantiene una relación de invitado y no de miembro pleno. El canciller descartó que estas medidas fueran aplicables a Chile y enfatizó la soberanía y autonomía del país en la definición de su política exterior.
No obstante, la figura de Van Klaveren ha sido objeto de controversias dentro del espectro político chileno. En mayo, el exalcalde Daniel Jadue (PC) cuestionó la cercanía del canciller con el sionismo, acusándolo de insuficiente en la respuesta del gobierno frente al conflicto en Medio Oriente. El gobierno, a través del ministro del Interior Álvaro Elizalde, defendió la trayectoria profesional del canciller y rechazó las acusaciones.
Este debate se enmarca en decisiones polémicas como el retiro de los agregados militares chilenos en Israel, en respuesta a la grave crisis humanitaria en Gaza, medida que fue presentada como un gesto de condena, pero sin llegar al rompimiento formal de relaciones diplomáticas.
En un contexto de mutaciones globales, Van Klaveren también ha impulsado la diversificación de las alianzas internacionales. Su felicitación al primer ministro australiano Anthony Albanese tras su reelección simboliza el interés chileno por fortalecer vínculos con democracias de la región Asia-Pacífico, basados en valores compartidos como la paz, la democracia y el multilateralismo.
Además, el canciller llevó a La Haya antecedentes del caso de Ronald Ojeda, un exmilitar venezolano asesinado en Chile, para contribuir a la investigación de crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Esta acción refleja el compromiso chileno con la justicia internacional y la defensa de los derechos humanos.
La trayectoria del canciller Van Klaveren en 2025 ha estado marcada por la tensión entre la necesidad de mantener alianzas estratégicas, especialmente con Estados Unidos, y la presión de sectores políticos y sociales que demandan una postura más crítica frente a ciertos actores internacionales, como Israel.
Chile mantiene una política exterior que busca equilibrio: conservar la cooperación en seguridad y comercio con Washington, mientras explora diversificar sus relaciones y responder a las demandas internas sobre derechos humanos y justicia internacional.
Este escenario refleja la complejidad de la diplomacia chilena en un mundo fragmentado, donde la soberanía y la autonomía se enfrentan a la influencia de potencias globales y a la opinión pública nacional.
La figura de Van Klaveren personifica este desafío: un diplomático de carrera que debe conjugar pragmatismo, principios y la gestión de expectativas contrapuestas, en un contexto donde cada gesto y declaración se convierte en un acto político con consecuencias profundas para la imagen y el posicionamiento de Chile en el concierto internacional.