Venezuela reanuda vuelos de deportación desde EE. UU.: un giro entre tensiones y soberanía

Venezuela reanuda vuelos de deportación desde EE. UU.: un giro entre tensiones y soberanía
Internacional
América Latina
2025-12-02
Fuentes
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- Reanudación de vuelos de deportación tras meses de suspensión y conflicto.

- Choque de soberanías: Caracas impone condiciones y EE. UU. presiona desde el Caribe.

- Diversas voces: desde el Gobierno venezolano hasta aerolíneas y observadores internacionales.

Un giro inesperado en la tensa relación entre Venezuela y Estados Unidos se concretó el pasado martes 2 de diciembre, cuando la Autoridad Aeronáutica venezolana autorizó la reanudación de los vuelos de deportación de ciudadanos venezolanos desde territorio estadounidense hacia Maiquetía. Esta medida responde a una solicitud formal de la Administración estadounidense, en un momento en que las tensiones bilaterales habían alcanzado niveles críticos, con despliegues militares y restricciones aéreas mutuas.

El anuncio oficial, hecho público por el Ministerio de Transportes de Venezuela y recogido por la cadena estatal VTV, enfatizó la decisión 'Por instrucciones del presidente Nicolás Maduro, se autoriza el ingreso a nuestro espacio aéreo de las aeronaves operadas por Eastern Airlines en la ruta Phoenix-Maiquetía'. Estos vuelos, que operarán dos veces por semana, retoman una práctica interrumpida tras la escalada de sanciones y suspensiones aéreas en las semanas previas.

Este episodio es la culminación de un conflicto que comenzó con la suspensión unilateral de vuelos por parte de varias aerolíneas internacionales, entre ellas Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol. El Gobierno venezolano interpretó estas suspensiones como actos de alineamiento con las políticas de presión y bloqueo promovidas por Estados Unidos, y respondió revocando sus permisos de operación, en una clara muestra de soberanía y resistencia.

El ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, lo expresó sin ambigüedades: 'El Gobierno decide quién vuela y quién no, y se reserva el derecho de admisión'. Esta postura chocó con la presión de la Administración estadounidense, que mantiene un despliegue militar en el Caribe y ha cerrado su espacio aéreo sobre Venezuela, justificando estas medidas en supuestas amenazas de seguridad y narcotráfico.

Desde la perspectiva de las aerolíneas, la suspensión de vuelos obedeció a recomendaciones de la Administración Federal de Aviación de EE. UU., que alertó sobre una 'situación potencialmente peligrosa en la región'. Las compañías se encontraron en medio de un fuego cruzado político y operativo, con pérdidas económicas y riesgos para sus tripulaciones.

En el plano regional, la reanudación de vuelos supone un respiro para la movilidad de venezolanos deportados y repatriados, aunque no elimina la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones bilaterales ni sobre la estabilidad en la zona. Organismos internacionales han llamado a la moderación y al diálogo, subrayando la necesidad de respetar los derechos humanos en los procesos migratorios y de deportación.

Este episodio revela una Venezuela que, pese a su aislamiento internacional y las sanciones, sabe imponer su narrativa y ejercer su soberanía con firmeza, desafiando las presiones externas y buscando mantener cierto control sobre su espacio aéreo y fronteras. Por otro lado, Estados Unidos mantiene una política de máxima presión, combinando sanciones, despliegues militares y diplomacia dura.

Conclusiones
- La reanudación de vuelos de deportación es un signo de pragmatismo en medio de una crisis bilateral compleja y prolongada.
- Las tensiones entre soberanía y seguridad regional se mantienen, con actores estatales y no estatales en conflicto abierto.
- La población venezolana deportada sigue siendo el eje humano y vulnerable de esta disputa, cuyas consecuencias sociales y políticas todavía están por verse.

En definitiva, el escenario venezolano sigue siendo un tablero donde se miden fuerzas desiguales, donde cada movimiento aéreo es una declaración política y donde la tragedia humana se juega a la vista de todos, en un coliseo sin público, pero con espectadores atentos y críticos.