
En un escenario global donde la economía digital crece sin pausa, Amazon anunció la incautación de más de 15 millones de productos falsificados durante 2024, cifra que duplica la del año anterior y que se enmarca en una inversión superior a los 1.000 millones de dólares destinada a combatir esta problemática. Este esfuerzo titánico, que involucra a miles de empleados y sofisticados sistemas de inteligencia artificial, se presenta como un hito en la lucha contra las falsificaciones, un fenómeno que afecta tanto a consumidores como a marcas y economías locales.
Desde la perspectiva corporativa, Amazon sostiene que su programa —que incluye iniciativas como ‘Transparency’ y ‘Project Zero’— ha logrado no solo bloquear la proliferación de productos falsos, sino también fortalecer la confianza del consumidor en la plataforma. “La educación y protección al cliente proporcionan una experiencia de compra fiable y segura”, afirman desde la multinacional, que ha sumado a más de 88.000 marcas a sus programas de autenticidad.
Sin embargo, esta narrativa choca con las voces de pequeños comerciantes y sectores informales en Chile y otros países, que denuncian que estas medidas, aunque necesarias, pueden profundizar la desigualdad económica y desplazar a quienes dependen de la venta de productos no oficiales para subsistir. “La lucha contra la falsificación no puede ser solo tecnológica, debe incluir políticas sociales que contemplen a los más vulnerables”, señala un representante de organizaciones de comercio popular en Santiago.
En el plano político, la iniciativa de Amazon ha generado debates sobre la regulación del comercio electrónico y la responsabilidad de las plataformas en la fiscalización de sus vendedores. Mientras algunos sectores abogan por una mayor intervención estatal para proteger tanto a consumidores como a comerciantes legítimos, otros advierten sobre el riesgo de que estas medidas se conviertan en barreras para la libre competencia.
Desde la óptica de los consumidores, la seguridad y la garantía de autenticidad son demandas crecientes, pero también existe una conciencia crítica sobre el impacto que estas políticas pueden tener en la diversidad del mercado y en la accesibilidad de productos a precios competitivos.
La experiencia de Amazon en 2024 revela que la batalla contra la falsificación es compleja y multifacética. La incautación récord de productos falsos y el despliegue de tecnologías avanzadas demuestran avances significativos, pero también evidencian tensiones sociales y económicas que no pueden ser resueltas únicamente con inversión tecnológica.
Queda claro que el combate a la falsificación debe ser abordado desde una perspectiva integral, que combine innovación, regulación y políticas sociales inclusivas. Solo así se podrá equilibrar la protección de marcas y consumidores con la realidad de mercados diversos y la necesidad de equidad económica.
Este capítulo en la historia del comercio electrónico invita a reflexionar sobre cómo las grandes plataformas y las sociedades en su conjunto enfrentan los desafíos que trae la digitalización acelerada, donde la tecnología es una herramienta poderosa pero no una solución única ni definitiva.
Fuentes: Informe de Protección de Marca 2024 de Amazon, declaraciones de organizaciones de comercio popular chilenas, análisis de expertos en economía digital y regulación comercial.