Tres muertes en Molina: la tragedia de un choque provocado por conducción ebria

Tres muertes en Molina: la tragedia de un choque provocado por conducción ebria
Actualidad
Crimen y seguridad
2025-12-02
Fuentes
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- Choque frontal a alta velocidad en la Ruta K-175.

- Tres miembros de una familia fallecidos, entre ellos una joven trabajadora de la salud.

- Conductor ebrio detenido, con 2,8 gramos de alcohol por litro de sangre.

Una tarde que debía ser rutinaria en Molina se transformó en una tragedia que aún resuena en la Región del Maule. El 2 de noviembre de 2025, un choque frontal entre dos vehículos en el kilómetro 3 de la Ruta K-175 terminó con la vida de tres personas pertenecientes a una misma familia.

Las víctimas fueron Thiare Alejandra Rojas Valenzuela, su madre Marisol Valenzuela Fuenzalida y su hermano Manuel Rojas Valenzuela. Thiare, reconocida por su trabajo en el laboratorio del Hospital de Curicó, dejó una huella imborrable entre colegas y comunidad hospitalaria. En palabras del propio hospital, 'su compromiso, calidez humana y vocación de servicio marcaron profundamente a quienes la conocieron'.

El conductor del otro vehículo, quien resultó con lesiones leves, fue detenido tras confirmarse que manejaba con 2,8 gramos de alcohol por litro de sangre, cifra que quintuplica el límite legal chileno. La Fiscalía, representada por el fiscal (s) Marcelo Garrido, informó que la detención se extendió hasta el 4 de noviembre para continuar con las investigaciones y formalizaciones.

Perspectivas enfrentadas

Este accidente ha generado un debate que atraviesa la justicia penal, la seguridad vial y la responsabilidad social. Por un lado, las autoridades enfatizan la necesidad de endurecer las penas y controles para conductores ebrios, destacando que 'no hay excusa para poner en riesgo vidas inocentes'. Carabineros y el Ministerio Público han reforzado campañas de fiscalización, pero los índices de accidentes fatales vinculados al alcohol siguen siendo preocupantes.

En contraste, algunos sectores sociales y expertos en salud pública llaman a mirar más allá del castigo individual y a abordar las causas estructurales: la falta de educación vial efectiva, la precariedad en el transporte público y las condiciones socioeconómicas que impulsan conductas de riesgo. Desde esta mirada, la tragedia de Molina es también un síntoma de una sociedad que no ha logrado proteger adecuadamente a sus ciudadanos en la vía.

Impacto regional y comunitario

En Molina y alrededores, la conmoción es palpable. La pérdida de tres integrantes de una familia joven y activa ha movilizado a la comunidad, que exige respuestas y acciones concretas. El Hospital de Curicó emitió un comunicado que no solo recuerda a Thiare, sino que también llama a la reflexión colectiva sobre la prevención y el valor de la vida.

Constataciones finales

Este accidente es un recordatorio brutal de que la conducción bajo los efectos del alcohol sigue siendo una amenaza letal en Chile. La evidencia muestra que el sistema judicial actúa con rapidez en la detención y formalización, pero la prevención y educación parecen avanzar a paso lento.

La tragedia en Molina desnuda la tensión entre la responsabilidad individual y la necesidad de políticas públicas integrales que aborden el problema desde múltiples frentes. Mientras tanto, las familias afectadas quedan con un vacío irreparable, y la sociedad chilena enfrenta el desafío de transformar estas pérdidas en aprendizajes profundos y duraderos.

Fuentes consultadas incluyen reportes de La Tercera, declaraciones del Hospital de Curicó y comunicaciones oficiales de la Fiscalía y Carabineros.