América Latina impulsa la agenda de género con sofisticación y resistencia: desafíos y esperanzas a tres años del retroceso

América Latina enfrenta un escenario contradictorio en materia de género: mientras algunos países han recortado o eliminado ministerios dedicados a la mujer, el movimiento feminista regional se consolida como un actor complejo, estratégico y resiliente.En 2023, 3.897 mujeres fueron víctimas de feminicidio en la región, una cifra brutal que expone la persistencia de la violencia de género. Sin embargo, como afirma Bibiana Aído, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, la región está "moviendo la agenda de género de manera más sofisticada", con debates profundos y leyes específicas que abordan nuevas formas de violencia, incluyendo la política y la digital.

El choque entre retrocesos institucionales y avances normativos

En los últimos años, países como Argentina, Panamá y Ecuador han eliminado ministerios de la mujer bajo argumentos económicos. Este recorte institucional contrasta con la emergencia de leyes que reconocen la violencia política contra las mujeres y compromisos como la Declaración de Tlatelolco, que incorpora el derecho al cuidado y al autocuidado. La paradoja revela un continente en disputa, donde el feminismo no solo resiste, sino que se reinventa con estrategias sofisticadas que buscan incidir en lo local y territorial, reconociendo la diversidad y las múltiples capas de desigualdad.

Voces enfrentadas: feminismo, conservadurismo y autoritarismo

Bibiana Aído no esquiva la tensión política: "No mencionaré países específicos, pero preocupa que el autoritarismo y los conservadurismos utilicen la agenda de género como arma arrojadiza". Para ella, la igualdad de género es una causa económica y democrática que beneficia a toda la sociedad, y advierte sobre la manipulación que busca dividir a mujeres y hombres. En contraste, sectores conservadores y autoritarios han intensificado campañas para desacreditar el feminismo, generando miedo y buscando frenar avances que parecían irreversibles.

Nuevas formas de violencia y la urgencia de la digitalización

Un capítulo emergente en la lucha feminista es la violencia digital. Entre el 90% y 95% de los deepfakes en línea tienen como objetivo a mujeres, y el 70% de ellas reportan sufrir algún tipo de violencia en redes sociales. Este fenómeno, asociado a altos índices de bullying y suicidio juvenil, evidencia la insuficiente respuesta estatal y la lentitud para regular plataformas digitales y tecnologías emergentes, donde las mujeres apenas representan un 30% en STEM.

El feminismo como movimiento estratégico y diverso

La directora de ONU Mujeres destaca el carácter diverso pero unido del movimiento feminista latinoamericano. Campañas como Ni Una Menos y los pañuelos verdes en Argentina son símbolos de una movilización que no solo protesta sino que diseña estrategias claras y persistentes. Para Aído, la clave está en construir alianzas intergeneracionales, público-privadas y, crucialmente, incluir a hombres en la lucha contra un sistema patriarcal que perjudica a todos.

Constataciones finales

A tres años de los retrocesos institucionales, América Latina exhibe un feminismo que no solo sobrevive, sino que avanza en complejidad y alcance. La agenda de género se enfrenta a la polarización política, a la violencia renovada en espacios digitales y a la necesidad de incorporar interseccionalidad para no dejar atrás a las mujeres más vulnerables: afrodescendientes, indígenas y con discapacidad.

Este escenario invita a reflexionar sobre la naturaleza de las disputas por derechos en contextos de crisis múltiples y la importancia de la evidencia y la pedagogía para contrarrestar discursos autoritarios. La batalla por la igualdad en América Latina es un coliseo donde se libran no solo luchas visibles, sino también estratégicas y simbólicas, con consecuencias que definirán el futuro democrático y social de la región.

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Fuentes: entrevista con Bibiana Aído (ONU Mujeres, noviembre 2025, EL PAÍS América), datos de feminicidios 2023, informes de UNESCO sobre violencia digital, Declaración de Tlatelolco (2025).