La campaña de Jeannette Jara enfrenta un escenario complejo: ¿puede revertir la ventaja de Kast?: La apuesta de la izquierda entre la movilización y la resignación estratégica

Un desafío cuesta arriba para Jeannette Jara. A menos de dos semanas del balotaje presidencial, el escenario político se ha tornado una arena donde la izquierda chilena libra una batalla desigual frente a José Antonio Kast. Las encuestas recientes y los análisis internos del comando de Jara coinciden en que el candidato republicano mantiene una ventaja significativa, lo que ha generado una mezcla de sinceridad, resignación estratégica y esfuerzos renovados para intentar revertir la tendencia.

El nuevo "comando 2.0" de Jara, presentado a fines de noviembre, incorporó figuras políticas de peso, como el exministro Francisco Vidal en calidad de vocero, y rostros de la sociedad civil y la cultura popular, desde científicos como Tere Paneque hasta artistas y deportistas. Esta renovación buscó ampliar el espectro de apoyo y conectar con distintos públicos, pero no ha logrado disipar las dudas internas sobre las posibilidades reales de éxito.

Francisco Vidal, en una entrevista pública, fue claro: "Dos tercios a Kast y un tercio a Jara (...) es muy difícil, porque Kast tiene una reserva relativa de votos con Chile Vamos y libertarios, nosotros no". Esta afirmación refleja la percepción dominante en el oficialismo sobre la dificultad de sumar apoyos más allá del núcleo duro.

Por su parte, el gobernador de Los Ríos, Luis Cuvertino, reconoció la complejidad del escenario, pero mantuvo una dosis de esperanza: "Siempre hay dosis de esperanza para poder revertir una situación electoralmente compleja". Sin embargo, esta esperanza se enfrenta a la realidad de que la izquierda no ha logrado movilizar plenamente a sus dirigentes ni consolidar un frente unido.

En el Socialismo Democrático, la conversación es franca: la posibilidad de ganar es remota y el objetivo se ha desplazado hacia no perder por un margen amplio. Esto, según algunos dirigentes, permitiría demostrar que la izquierda sigue siendo un actor político vigente y competitivo, pese a los malos resultados.

Las reuniones políticas en La Moneda, con la presencia de líderes del Partido Comunista, Frente Amplio y Acción Humanista, junto a ministros del gobierno, han servido para analizar estos datos y ajustar la estrategia. La sensación predominante es que el progresismo debe prepararse para un resultado adverso, pero sin abandonar la movilización y el contacto directo con la ciudadanía.

Desde la vereda contraria, el comando de Kast mantiene la calma, confiado en que el colchón electoral obtenido en primera vuelta —sumando los votos de Evelyn Matthei y Johannes Kaiser— será suficiente para asegurar la victoria.

Esta contienda exhibe, entonces, una batalla que trasciende lo electoral: es un choque de narrativas y estrategias políticas, donde la izquierda intenta no solo revertir una tendencia, sino también preservar su identidad y capacidad de influencia en un Chile que se muestra cada vez más fragmentado y polarizado.

Conclusión: La campaña de Jeannette Jara se enfrenta a una encrucijada entre la movilización activa y la aceptación estratégica de un posible resultado adverso. Las dificultades para ampliar el apoyo más allá de su base y la ventaja consolidada de Kast configuran un escenario donde el desenlace parece inclinarse hacia el oficialismo, pero donde la izquierda busca dejar una marca política que trascienda la votación del 14 de diciembre. En esta batalla, la sinceridad de sus actores y la pluralidad de voces reflejan la complejidad de un Chile que sigue buscando su rumbo.