
Un duelo de verdades y simbolismos se despliega en el epicentro político chileno, donde Gustavo Gatica, figura emblemática del estallido social de 2019, asume como diputado del Distrito 8. El joven psicólogo perdió la vista tras recibir disparos de perdigones durante una protesta en Plaza Baquedano, hecho que aún se encuentra en juicio. La causa contra el exteniente coronel Claudio Crespo, acusado por la Fiscalía Centro Norte de ser el autor de los disparos, está en su recta final, con alegatos de clausura iniciados el 2 de diciembre y un veredicto fijado para el 9 de enero de 2026.
Durante más de un año, fiscales y defensa han enfrentado sus argumentos en el 4° Tribunal Oral en lo Penal. La Fiscalía, representada por Ximena Chong y Francisco Ledesma, ha presentado testimonios y evidencias que apuntan a Crespo como responsable, incluyendo el relato directo de Gatica y registros audiovisuales de las manifestaciones. En contraste, la defensa ha cuestionado la autoría, señalando la presencia del capitán José Cárdenas como posible responsable y destacando peritajes médicos que ubican los disparos desde ángulos incompatibles con la posición de Crespo.
El proceso ha estado marcado por episodios tensos, como la exhibición de un video donde Crespo aparece arrancando un mechón de pelo a un manifestante, contradiciendo su propia declaración. Paralelamente, Crespo enfrentó una causa por apremios ilegítimos que finalmente fue sobreseída, agregando complejidad al escenario judicial.
"Tengo la convicción y la esperanza de que se hará justicia. Este juicio representa algo mayor: que en Chile, violar los derechos humanos no puede quedar impune", afirmó Gatica a La Tercera, resaltando la dimensión simbólica del proceso para la democracia chilena.
La Cámara de Diputados ha iniciado preparativos para recibir a Gatica con las adaptaciones necesarias para garantizar su plena participación. Inspirados en la experiencia del Senado con la senadora Fabiola Campillai, también víctima de trauma ocular, se proyectan medidas como la contratación de asistentes personales con acceso al hemiciclo, adecuaciones tecnológicas para facilitar la accesibilidad digital, y ajustes físicos en las instalaciones para facilitar la movilidad y orientación.
"Es indispensable que las plataformas legislativas sean compatibles con lectores de pantalla y tecnologías de apoyo, y que se amplíe el margen para cubrir gastos operacionales de acompañamiento," explicó el diputado electo, quien utiliza tecnologías como iPhone y iPad con sistemas de voz, además de manejar el braille.
Más allá de las adaptaciones técnicas, Gatica enfatiza que su presencia puede acelerar una transformación estructural del Congreso hacia una inclusión permanente y sistemática, que no dependa de quién ocupe un escaño.
El arribo de Gatica a la Cámara no ha estado exento de controversias. El general en retiro Enrique Bassaletti, también electo diputado por el Distrito 8 y militante del Partido Republicano, calificó a Gatica como "una víctima que se dejó llevar por un canto de sirena", insinuando que el estallido social fue un intento de golpe de Estado. Este posicionamiento refleja un sector de la derecha que busca deslegitimar la narrativa oficial sobre las movilizaciones y sus consecuencias.
Por su parte, Gatica ha sido enfático en rechazar discursos que relativizan los derechos humanos. En su cierre de campaña, repudió la propuesta del candidato libertario Johannes Kaiser de indultar a carabineros condenados, calificándola como "impunidad" y un retroceso para la justicia y la memoria.
En el plano político, Gatica se ha mostrado como un parlamentario dispuesto a buscar consensos, pero sin renunciar a sus convicciones. Ha señalado que la seguridad y la salud mental son prioridades para su gestión, criticando la simplificación de la derecha en torno a la violencia y la delincuencia, y proponiendo abordajes más complejos y humanos.
Este complejo escenario revela varias verdades y desafíos para Chile:
- La justicia enfrenta una prueba de rigor y transparencia en un caso que simboliza la tensión entre Estado y ciudadanía durante un momento crítico.
- La inclusión de personas con discapacidad en espacios de poder demanda transformaciones institucionales profundas y sostenidas, que trasciendan casos individuales.
- La memoria histórica y política sigue siendo un campo de batalla donde se confrontan interpretaciones, legitimidades y proyectos de país.
Gustavo Gatica, desde su condición de víctima, profesional y ahora legislador, encarna esa tensión y esperanza. Su desempeño y el desarrollo del juicio a Crespo serán medidos no solo en términos legales o parlamentarios, sino como indicadores del Chile que se quiere construir: uno donde la justicia, la inclusión y la verdad no sean solo consignas, sino realidades tangibles.