Elecciones presidenciales en Chile: Un hito de participación que redefine la democracia - ¿Qué significa realmente un 85% de votantes?

Las recientes elecciones presidenciales en Chile, celebradas el 16 de noviembre de 2025, han marcado un hito histórico en la participación ciudadana, alcanzando un 85,4% del padrón electoral, lo que equivale a más de 13 millones de votantes. Este evento no solo resalta un cambio en la cultura democrática del país, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del sistema electoral chileno y los desafíos que enfrenta.

La jornada electoral se desarrolló en un ambiente de normalidad y seguridad, según reportes del gobierno y del Servicio Electoral (Servel). El subsecretario del Interior, Víctor Ramos, destacó que la participación fue superior a las proyecciones iniciales de entre 84% y 85%. Este incremento se atribuye en gran parte a la implementación del voto obligatorio y la inscripción automática, medidas que han facilitado el acceso de los ciudadanos al proceso electoral. La presidenta del Consejo Directivo de Servel, Pamela Figueroa, enfatizó que "la ciudadanía ha ido incorporando el compromiso de la participación electoral como parte de la cultura democrática del país".

Desde una perspectiva política, la elección fue un campo de batalla entre la candidata oficialista Jeannette Jara, quien obtuvo la mayor cantidad de votos, y el candidato republicano José Antonio Kast. La alta participación refleja un clima de polarización y compromiso cívico, donde los ciudadanos se sienten motivados a expresar su opinión mediante el sufragio. Sin embargo, este fenómeno también plantea la pregunta de si el aumento en la participación realmente se traduce en una mayor legitimidad para el futuro gobierno, dado el contexto de divisiones políticas en el país.

Por otro lado, el impacto regional de estas elecciones no puede ser subestimado. La alta participación fue reportada desde Arica a Magallanes, y la jornada se caracterizó por un despliegue logístico sin precedentes, con más de 49,000 funcionarios de las Fuerzas Armadas y Carabineros resguardando la seguridad de los votantes. Este esfuerzo se vio complementado por un aumento del 20% en el padrón electoral en el extranjero, lo que indica un creciente interés de la diáspora chilena en participar en los asuntos del país.

Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de desafíos. Los incidentes reportados fueron mínimos, pero el despliegue de seguridad y la planificación previa fueron cruciales para mantener el orden. La subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, informó que el voto en el extranjero también se desarrolló con normalidad, aunque hubo dificultades en ciertos países como Haití y Venezuela debido a condiciones de seguridad.

A medida que Chile avanza hacia una nueva era política, la pregunta que queda es: ¿cómo se traducirá esta participación histórica en cambios concretos en la gobernanza y la política pública? Las elecciones del 2025 no solo son un reflejo de un electorado comprometido, sino también un llamado a la acción para los líderes electos, quienes deberán abordar las expectativas de una ciudadanía que ha demostrado su deseo de ser escuchada y de influir en el futuro del país. El desafío será, por tanto, convertir esta participación en una fuerza transformadora que impulse el desarrollo social y político de Chile.