La nueva ley de licencias médicas: un cambio profundo con tensiones en el sector privado

Un cambio legislativo que sacude el mundo laboral. El 24 de mayo de 2025, el Ejecutivo promulgó la Ley N°21.746, una norma que ha venido a modificar sustancialmente el régimen de licencias médicas en Chile. Esta ley fortalece las facultades de organismos como la COMPIN y la Superintendencia de Seguridad Social para investigar y sancionar el uso indebido de licencias médicas. Más allá de la fiscalización de los médicos, el sector privado siente hoy las consecuencias en sus relaciones laborales y en la gestión diaria de sus trabajadores, que enfrentan un nuevo escenario de control y sanciones.

Un problema con historia y múltiples actores. La crisis en la emisión y uso de licencias médicas falsas o injustificadas no es nueva. Aunque el foco inicial estuvo en el sector público, el sector privado también ha sufrido las consecuencias de ausencias prolongadas y, en ocasiones, injustificadas. La nueva ley introduce procedimientos robustos para investigar a profesionales que emiten licencias sin fundamento médico y sanciona a los trabajadores que las utilizan maliciosamente. Además, establece un registro público de sanciones y un sistema de denuncias anónimas, herramientas diseñadas para transparentar y disuadir estas prácticas.

Perspectivas enfrentadas: control versus derechos laborales. Desde el mundo empresarial, la norma es vista como un avance necesario para frenar abusos que afectan la productividad y la confianza en el sistema. “Esta ley es un paso decisivo para proteger a los empleadores y promover un uso responsable de las licencias médicas,” señala un representante de la Asociación de Empresas Privadas.

Sin embargo, sindicatos y organizaciones laborales expresan preocupación por posibles excesos en la fiscalización que podrían vulnerar derechos legítimos de los trabajadores. “El control no puede convertirse en persecución, ni en un mecanismo para desincentivar el descanso médico necesario,” advierte un dirigente sindical nacional.

Impacto regional y social. En regiones donde la informalidad y precariedad laboral son mayores, la aplicación estricta de la ley podría generar tensiones adicionales, pues los trabajadores temen represalias o despidos ante sospechas de uso indebido. Por otro lado, la visibilidad pública de sanciones busca generar un efecto disuasivo que, en teoría, debería beneficiar a la mayoría honesta.

Verdades y consecuencias. Tras seis meses de vigencia, la ley ha permitido identificar y sancionar a profesionales y trabajadores involucrados en el uso fraudulento de licencias médicas, generando un cambio de cultura en algunos sectores. No obstante, persiste un desafío: encontrar el equilibrio entre la rigurosidad del control y la protección de los derechos laborales, evitando que la norma se convierta en un arma de desgaste para los trabajadores legítimamente incapacitados.

La historia sigue en desarrollo, pero ya queda claro que esta ley no solo regula un trámite administrativo, sino que pone en jaque las relaciones laborales y la confianza mutua en el espacio de trabajo. El coliseo está abierto y los actores se mueven con cautela y firmeza, en un duelo donde cada paso puede definir el futuro del empleo y la salud laboral en Chile.