
Un salto tecnológico con matices
En abril de 2025, Movistar implementó una actualización significativa de su red 5G en Chile, con especial foco en zonas rurales. Esta medida, anunciada como un paso crucial para reducir la brecha digital, ha tenido un impacto palpable en varias comunidades alejadas de los grandes centros urbanos.
Sin embargo, el balance no es unánime. Mientras algunos sectores celebran la mejora en la conectividad y las oportunidades que ésta genera para la agricultura, la educación y el comercio local, otros advierten que el avance no es suficiente ni equitativo.
Perspectivas enfrentadas
Desde el gobierno, la actualización se presenta como un logro en la agenda de desarrollo tecnológico y descentralización. "Este upgrade es un hito para que las zonas rurales accedan a servicios digitales de calidad, potenciando su desarrollo económico y social," afirmó un portavoz del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
En contraste, organizaciones sociales y expertos en desarrollo rural critican que la inversión sigue concentrada en ciertas regiones, dejando a comunidades extremas en desventaja. "La brecha digital no se cierra solo con tecnología; hace falta infraestructura complementaria y políticas públicas integrales," señaló una académica especializada en innovación rural.
Por su parte, desde la industria privada, Movistar ha destacado que el despliegue ha requerido superar desafíos logísticos y técnicos, y que continuarán ampliando la cobertura en respuesta a la demanda y condiciones locales.
Impacto regional y social
En localidades como La Araucanía y Los Lagos, el acceso al 5G ha permitido a pequeños agricultores implementar sistemas de monitoreo remoto y acceder a plataformas de comercialización digital, lo que ha mejorado la productividad y los ingresos.
No obstante, en zonas más aisladas de la Patagonia y el norte chico, la falta de infraestructura básica como electricidad y transporte sigue limitando la adopción efectiva de estas tecnologías.
Además, la llegada del 5G ha reabierto el debate sobre la soberanía tecnológica y la dependencia de grandes operadores extranjeros, un tema sensible en sectores políticos y académicos.
Verdades y consecuencias
El upgrade 5G ha puesto en evidencia que la conectividad es un motor clave para el desarrollo rural, pero no una solución mágica. La experiencia acumulada hasta ahora muestra que sin un enfoque integral que incluya infraestructura física, educación digital y políticas de equidad, las brechas persistirán.
En definitiva, este despliegue tecnológico es un paso necesario pero insuficiente, que obliga a repensar las prioridades y estrategias para que la revolución digital no deje atrás a las comunidades más vulnerables.
La tensión entre el avance técnico y las realidades sociales seguirá siendo el escenario donde se jugará el futuro de la conectividad rural en Chile.
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Fuentes consultadas: Cooperativa.cl, declaraciones del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, entrevistas a expertos en desarrollo rural y tecnología.
2025-11-13
2025-10-14