El ghosting laboral y su impacto en la salud emocional de los cesantes: Una práctica que erosiona la confianza

El fenómeno del ghosting laboral —cuando un empleador ignora a un candidato tras una o varias entrevistas sin ofrecer explicación alguna— ha dejado de ser una anécdota para convertirse en una práctica recurrente en el mercado laboral chileno y global. A casi dos semanas de que La Tercera publicara un exhaustivo reportaje sobre esta realidad, el análisis con distancia temporal revela un cuadro preocupante: no solo se trata de un problema ético, sino que también impacta profundamente en la salud emocional de quienes buscan trabajo.

El silencio que duele más que el rechazo

Según una encuesta de 2023 del portal Indeed, el 35% de los postulantes nunca recibió respuesta a su solicitud, y un 40% fue ignorado después de varias rondas de entrevistas. Este aumento respecto al año anterior refleja un mercado laboral cada vez más difícil y mecanizado, donde la interacción humana se diluye, en parte por la creciente incorporación de inteligencia artificial en los procesos de selección.

“Cada vez, el silencio es más difícil de soportar que el rechazo. Va minando la esperanza y la dignidad”, confesó una persona entrevistada, que tras viajar a otra ciudad para una entrevista quedó en un limbo comunicacional que afectó su autoestima.

Esta ausencia de respuesta no es un mero descuido: es una herida que se instala en la salud mental de los cesantes, generando sentimientos de fracaso, aislamiento y desconfianza. Como afirmó un afectado desde Pittsburgh, “es cruel jugar con personas en sus momentos más vulnerables”.

Perspectivas encontradas: empresas, postulantes y expertos

Desde el mundo empresarial, algunos justifican esta práctica como una consecuencia inevitable de la alta demanda y la presión por eficiencia en selección. Sin embargo, especialistas en recursos humanos y psicólogos laborales advierten que el ghosting es una práctica contraproducente que erosiona la imagen de las compañías y la confianza en el sistema.

“La falta de respuesta es una auténtica falta de respeto y una negación del derecho básico a la información que necesita una persona para procesar y seguir adelante”, explica un psicólogo laboral consultado.

Por otro lado, postulantes y organizaciones sindicales exigen mayor regulación y estándares claros para los procesos de reclutamiento, que incluyan la obligación de retroalimentación o, al menos, un cierre formal de las etapas.

Consecuencias visibles y desafíos futuros

El ghosting laboral no solo daña a quienes lo sufren, sino que también alimenta una cultura de desconfianza que afecta la cohesión social y la salud pública. En un país donde el desempleo y la precariedad laboral son temas sensibles, prácticas como esta profundizan la ansiedad y el desgaste emocional.

Los testimonios recogidos evidencian que el impacto va más allá del rechazo: afecta la dignidad, la esperanza y la salud mental.

Al cierre de esta revisión, ninguna iniciativa legislativa concreta ha surgido para enfrentar esta problemática, pero el debate público ha comenzado a visibilizar la necesidad de humanizar los procesos de selección y proteger a los trabajadores, incluso a quienes aún no son contratados.

Reflexión final

El ghosting laboral es una tragedia silenciosa que pone en jaque la ética del mundo empresarial y la salud emocional de miles de personas. Reconocerlo es el primer paso para construir un mercado laboral más respetuoso y transparente. La distancia temporal permite ver con claridad que esta práctica no es un mal menor ni inevitable, sino un síntoma de un sistema que requiere urgentemente reformular sus prioridades: la dignidad humana y el respeto deben estar por encima de la eficiencia inmediata.